Un deslizamiento de tierra, provocado por fuertes lluvias, ha dejado un saldo devastador de al menos 157 muertos en la zona de Gofa, al sur de Etiopía. Este desastre natural, ocurrido el lunes, es uno de los más mortíferos en la historia reciente del país. Entre las víctimas se encuentran hombres, mujeres y niños, muchos de los cuales perdieron la vida al intentar rescatar a otros atrapados por un deslizamiento anterior.
Las autoridades locales han informado que el siniestro se produjo en la 'kebele' de Kencho, dentro del distrito de Geze-Gofa. Esta región, caracterizada por su terreno montañoso y de difícil acceso, se encuentra a más de 450 kilómetros de la capital, Adís Abeba.
El jefe del Comité de Respuesta de Emergencias de Gofa, Habtamu Fetena, ha confirmado que se han recuperado 157 cuerpos, de los cuales 105 son hombres y 52 mujeres. La mayoría de las víctimas fallecieron al ser sepultadas por el barro mientras intentaban ayudar a otros atrapados por el primer deslizamiento de tierra. Entre los fallecidos también se encuentran varios menores de edad.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, expresó su solidaridad con el pueblo etíope y ofreció sus condolencias a las familias afectadas. En un mensaje difundido en la red social X, Mahamat manifestó su apoyo y resaltó la gravedad de este desastre natural, subrayando la importancia de continuar con las operaciones de rescate para encontrar a los desaparecidos y asistir a los desplazados.
Las operaciones de búsqueda y rescate siguen de manera intensa en la zona de Geze-Gofa. Equipos de rescate y voluntarios locales trabajan arduamente para recuperar los cuerpos de los fallecidos y localizar a los sobrevivientes. Hasta ahora, se han rescatado con vida a cinco personas, quienes reciben atención médica.
Kasahun Abayneh, un voluntario involucrado en las labores de rescate, informó al periódico etíope Addis Standard que las familias están identificando los cuerpos de los desaparecidos, mientras que los cadáveres no reclamados están siendo enterrados en el lugar del desastre. La situación es crítica y las autoridades alertan que el número de víctimas podría aumentar conforme avance la búsqueda.
Las lluvias intensas que azotaron la región de Gofa la noche anterior al desastre provocaron el deslizamiento de tierra. Este evento ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades rurales de Etiopía ante fenómenos climáticos extremos, agravados por el cambio climático. La temporada de lluvias, que comenzó en julio y se espera que dure hasta septiembre, ha causado estragos en varias partes del país.
Durante los meses de abril y mayo, la región del sur de Etiopía ha experimentado graves inundaciones, lo que aumentó los riesgos de deslizamientos de tierra. Este trágico evento se suma a otros desastres naturales que han afectado al continente africano, como el deslizamiento de tierra en Freetown, Sierra Leona, en 2017, que provocó más de 1.100 muertes.