Nicolás Maduro, en un mitin de campaña en Nueva Esparta, Venezuela, arremetió nuevamente contra el mandatario argentino Javier Milei, a menos de una semana de las elecciones presidenciales en el país llanero. Durante su discurso, Maduro calificó a Milei de "malparido nazi fascista", en medio de un clima electoral tenso donde las encuestas muestran una considerable ventaja del candidato opositor Edmundo González Urrutia.
La retórica agresiva de Maduro se enmarca en una campaña donde el oficialismo se siente amenazado por la creciente popularidad de González y de la brecha que los separa en la intención de voto. Los recientes sondeos reflejan una clara preferencia por el candidato opositor, lo que ha llevado al representante chavista a intensificar sus ataques verbales no solo contra opositores locales, sino también contra líderes internacionales como Milei.
El mitin, realizado en el estado insular de Nueva Esparta, contó con la presencia de numerosos seguidores del oficialismo, quienes respondieron negativamente a la posibilidad de que Venezuela experimente una situación similar a la de Argentina. Maduro preguntó a la audiencia si desean que “pase en Venezuela lo que está pasando en Argentina” y si el país caribeño “se convierta en el desastre social de la Argentina de Milei”, a lo que los asistentes respondieron con un rotundo “no”.
“Ese Milei es un malparido nazi fascista, es un malparido que le está pasando la motosierra a los trabajadores”, subrayó el líder chavista.
La respuesta del Gobierno argentino no se hizo esperar. El portavoz presidencial argentino, Manuel Adorni, desestimó las declaraciones de Maduro, calificándolas como indignas de respuesta.
"Lo que pueda decir un dictador, lo que pueda decir un imbécil como Maduro, la verdad es que no nos preocupa, por supuesto. Por el pueblo venezolano, nos preocupa que no haya democracia en Venezuela, nos preocupa lo que ha dicho en virtud de lo que puede ocurrir en las próximas elecciones de acuerdo a tal o cual resultado, pero no dejan de ser palabras de un dictador", expresó Adorni.
Las relaciones entre Argentina y Venezuela han estado tensas desde la asunción de Milei como presidente argentino en diciembre pasado. Anteriormente, durante los mandatos de Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Alberto Fernández, las relaciones fueron mucho más estrechas.
Nicolás Maduro ha utilizado la figura de Javier Milei como un antagonista en su campaña electoral, tratando de movilizar a su base de apoyo contra lo que él describe como un modelo económico y social desastroso.
Maduro ha señalado en repetidas ocasiones que no desea que Venezuela se convierta en lo que él percibe como el “desastre social” de Argentina bajo la administración de Milei. Esta narrativa busca contrastar su liderazgo con el del presidente argentino, pintándolo como una amenaza para los trabajadores y la estabilidad social en Venezuela.
Las encuestas más recientes reflejan una ventaja significativa del candidato opositor Edmundo González Urrutia sobre Nicolás Maduro. Según la encuestadora ClearPath, González Urrutia cuenta con el 59% de las intenciones de voto, frente al 31% de Maduro. La consultora Poder y Estrategia, por su parte, coloca al opositor con un 64% de apoyo, mientras que Maduro solo obtendría un 21%.
Estos datos muestran una brecha considerable entre ambos candidatos, lo que ha generado preocupación en el oficialismo. Además, el apoyo a González Urrutia ha aumentado entre los votantes que no se identifican como oficialistas u opositores, alcanzando un 66% en este grupo, según ClearPath. La alta participación prevista para el 28 de julio, con un índice del 81%, también podría influir significativamente en el resultado electoral.