“Kelly, toda mi promoción te quiere, si tú no eres la próxima presidenta, vas a ser la vicepresidenta o canciller… Por eso debemos ser la vanguardia, AMOR”, le decía en aparente estado de ebriedad, y bastante entusiasta, Vladimir Cerrón a la congresista Kelly Portalatino en el 2022. Un año antes de ser condenado en segunda instancia por el delito de corrupción y de huir de la justicia para convertirse en el delincuente más afortunado de los últimos tiempos. Ese, al que nadie encuentra. Ese, al que nadie busca.
Esta semana, el canal digital ‘Búnker’ presentó en exclusiva una serie de audios enviados del teléfono del líder de Perú Libre a la parlamentaria Portalatino. Escuchas donde Vladimir Cerrón, acompañado de un personaje que se presenta como viceministro de Hidrocarburos, manda a la parlamentaria en medio de una jarana de rompe y raja para expresarle su confianza, sus promesas políticas, pero, sobre todo, ese amor desmedido del que una dulce y agradecida Kelly dice sentirse “halagada”.
Luego de que el programa ‘Panorama’ revelara la existencia de una posible red de amigos que habría ayudado a Cerrón a fugar y mantenerse escondido por casi 290 días, aparecen audios reveladores que confirmarían la teoría. Si ya en el dominical se hablaba de los congresistas Americo Gonza y Kelly Portalatino como los presuntos cómplices, el material difundido el último miércoles por ‘Búnker’ demuestra con absoluta claridad por lo menos dos cosas: primero, que el escurridizo condenado tiene un vínculo bastante cercano con Kelly Portalatino desde antes de pasar a la clandestinidad y segundo, cuando Pedro Castillo aún era presidente, el dueño del partido del lápiz ofrecía cariñosamente cargos públicos a sus amadas: “Tú sabes que el borracho y el niño siempre dicen la verdad (…) El 13 de agosto es nuestro aniversario, amor”. No puede ser casualidad que ese mismo año, y sin mayores méritos, Kelly Portalatino haya dejado su curul para ponerse el fajín y convertirse en una flamante ministra de Salud. La famosa cuota de poder que el Gobierno del golpista negó hasta el cansancio.
La que no ha podido —aunque inútilmente intentó— negar la veracidad de los audios, es la congresista Kelly Portalatino. Al día siguiente de la publicación de la investigación, apareció dignísima en la puerta del Parlamento a decir que no recordaba aquellos mensajes calentones con tufillo a alcohol, que quizás lo presentado haya sido una fabricación gracias a la inteligencia artificial y que —en todo caso— se sentía halagada.
Del romántico clandestino, acostumbrado a opinar y difamar desde su escondite con absoluta impunidad, solo se sabe que sigue promocionando su libro. De sus declaratorias de amor y de los puestos que ofreció, extrañamente no ha dicho nada. Como él mismo dijo: “Los borrachos y los niños no mienten”. El que calla otorga.
Pero esto no es todo. El año pasado, cuando Vladimir Cerrón ya era un cobarde fugitivo, el programa ‘Al estilo Juliana’ reveló una conversación vía WhatsApp en la que un grupo que se hacía llamar ‘Asamblea Constituyente’ coordinaba acciones políticas y analizaba la coyuntura. Entre los participantes de estas tertulias virtuales aparecía —obviamente— el líder de Perú Libre, un tal Américo (que podría ser el congresista Américo Gonza) y la infaltable Kelly Portalatino. Es decir, cuando el exgobernador ya era un delincuente supuestamente buscado por la Policía, la parlamentaria mantenía comunicación directa con ese mismo jefe que un año antes la llamaba “amor” y le mandaba audios en plena madrugada.
La suma de estos hechos, altamente escandalosos y preocupantes, para la exministra de Salud y, desde hace tres días, vocera de la bancada de Perú Libre, no solo son actos que la hacen sentir mimada y elogiada. No, para Kelly Portalatino, esta última denuncia es propia de un programa de farándula. Desde su notorio nerviosismo, la halagada congresista pretende minimizar su relación (sea cual fuere) con Vladimir Cerrón sin entender (o querer darse cuenta) que, eventualmente, tanto “cariño” podría traerle serias consecuencias legales.
En fin, dicen que el amor es ciego y quizás eso pueda explicar las respuestas incoherentes de la parlamentaria. Lo que resulta simplemente alucinante es escuchar al ministro del Interior, que debería estar concentrado en dar con el paradero del exgobernador, decir que los mensajes presentados no son “fiables”. Del creador de la frase que hasta ahora niega: “Controla a ese huevón”, ahora llega su intento de restarle veracidad a un material que debió conseguir él como ministro antes que cualquier periodista.
¿Qué tan difícil es para Juan José Santiváñez encontrar a un prófugo que utiliza las redes sociales más que todo el gabinete en su conjunto y que, además, promociona libros y mantiene comunicación con militantes de su partido? ¿Por qué no se hace seguimiento a las personas que ofrecen sus medios digitales para seguir dándole tribuna al fugitivo más afortunado del país? Demasiadas preguntas para un ministro que responde con amenazas. Mucho pedir a quien se alucina una especie de superhéroe que promete encontrar a los más avezados delincuentes cuando, poco antes de ponerse un fajín, fue abogado de ranqueados hampones.
Frente a esto, no es descabellado escuchar al exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) Roger Arista mencionar que desde Palacio de Gobierno y el Congreso de la República protegen a Vladimir Cerrón.
Qué tan seguro se sentirá el líder del partido del lápiz que, convencido de que no lo van a encontrar porque hasta ahora nadie se ha atrevido a buscarlo, acaba de frustrar una audiencia en la que se iba a solicitar un nuevo pedido de prisión preventiva en su contra.
Cómo no sentirse un ganador. Cerrón no solo mueve sus tentáculos para seguir naufragando con total desparpajo en las aguas de la clandestinidad , sino que además despierta intensas pasiones. Si no es verdad, que lo diga la congresista Kelly Portalatino: “Yo me siento halagada de que una persona culta, líder de un partido político… tenga algunas situaciones que le agraden. Cualquier mujer se sentiría halagada…”.
Tengan por seguro que esta historia continuará.