Tras dejar graves consecuencias climáticas, la NASA reveló recientes imágenes satelitales que demostrarían que el fenómeno de El Niño estaría llegando a su fin. Sin embargo, de acuerdo con las últimas proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), se espera la pronta llegada de La Niña al Pacífico.
El informe, publicado el último viernes 12 de julio, precisa que durante en este mes del año se espera una fase neutral entre el fenómeno de El Niño y La Niña, aunque esta última se estima pueda llegar al Pacífico entre agosto y septiembre de 2024. De esta manera, existe un 70% de probabilidades para que esta se desarrolle y pueda extenderse hasta el verano del 2025.
"Tras calentar el Pacífico oriental durante un año, El Niño se extinguió en mayo de 2024. El fenómeno climático natural contribuyó a muchos meses de temperaturas oceánicas récord, precipitaciones extremas en África, escasa capa de hielo en los Grandes Lagos y graves sequías en el Amazonas y Centroamérica. En julio de 2024, el Pacífico oriental se encontraba en una fase neutra, pero el respiro podría ser efímero", señaló el análisis del Observatorio de la Tierra de la NASA.
No obstante, para Josh Willis, oceanógrafo del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA, El Niño que acaba de concluir "ha sido considerable, pero no el mayor de los últimos 30 años".
Por otro lado, el Centro de Predicción Climática de la NOAA estima que estas condiciones neutras se mantendrán hasta agosto, por lo que el fenómeno de La Niña tiene un 70% de probabilidades de aparecer entre agosto y octubre y persistir hasta el invierno del hemisferio norte.
Se conoce como fenómeno de La Niña a aquella fase fría del ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Este ciclo global tiene dos extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, precisamente conocida como La Niña.
Esta se origina cuando los vientos alisios que soplan de este a oeste en el Océano Pacífico tropical se intensifican. Esto desplaza el agua cálida de la superficie del mar hacia el oeste, dejando agua fría en la superficie del Pacífico central y oriental.
Los efectos de La Niña varían en todo el mundo, pero generalmente se asocian con: