En Estados Unidos, la refrigeración de los huevos es obligatoria debido a estrictas normativas sanitarias. En Sudamérica y Europa, las prácticas son diferentes. Aquí te explicamos por qué.
En Estados Unidos, la refrigeración de huevos es una medida obligatoria para todo aquel que quiera consumirlos, mientras que en países de Sudamérica y Europa los huevos se mantienen a temperatura ambiente. No obstante, estas prácticas no solo responden a diferencias culturales, sino también a estrictas regulaciones que buscan prevenir enfermedades.
Por ello, en este artículo te revelaremos las razones por las cuales los huevos se refrigeran en Estados Unidos y no en otras partes del mundo, así como los beneficios de esta práctica y su impacto en la seguridad alimentaria.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) exige que los huevos sean lavados y desinfectados antes de llegar al mercado. Este proceso elimina la cutícula natural de la cáscara, una capa protectora que impide la entrada de bacterias.
Sin esta acción, los huevos se vuelven vulnerables a la contaminación por salmonella, por lo que es necesario refrigerarlos a temperaturas entre 4 y 7 grados Celsius para evitar el crecimiento bacteriano. Esta medida es parte de una serie de regulaciones sanitarias que buscan reducir los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.
El consumo de huevos contaminados con salmonella puede provocar enfermedades graves, como salmonelosis. Según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, cada año se registran alrededor de 1.35 millones de infecciones por salmonella, con 26,500 hospitalizaciones y 420 muertes.
La principal fuente de infección son los huevos y productos derivados. Debido a ello, las autoridades sanitarias recomiendan refrigerar los huevos para minimizar estos riesgos, una práctica que ha demostrado ser eficaz en la reducción de casos de salmonelosis.
A diferencia de Estados Unidos, en Europa y Sudamérica se sigue un enfoque distinto para garantizar la seguridad de los huevos. En estas regiones, se vacuna a las gallinas contra la salmonella, lo que disminuye significativamente la probabilidad de contaminación.
Al no lavar los huevos, la cutícula se mantiene intacta, proporcionando una barrera natural contra las bacterias. Además, en países como Reino Unido y Alemania, se realizan controles regulares en las granjas para detectar y erradicar la presencia de salmonella, garantizando así que los huevos lleguen al consumidor sin necesidad de refrigeración.
Los huevos son una fuente importante de nutrientes esenciales, incluyendo:
Asimismo, expertos en nutrición afirman que los huevos aportan colina, un nutriente crucial para el desarrollo del cerebro y el funcionamiento del sistema nervioso. A pesar de las preocupaciones sobre el colesterol, diferentes investigaciones han indicado que el consumo moderado de huevos no está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas en personas sanas.