Por primera vez en la historia de la Decana de América se coronó a 4 gusanos legendarios, uno por cada sede de la institución. El ganador de la Ciudad Universitaria no dudó en bailar con la rectora Jerí Ramón.
Este jueves 18 de julio se desarrolló un nuevo almuerzo especial por Fiestas Patrias en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). En esta ocasión, la Decana de América ofreció más de 4.554 porciones de pachamanca con dos tipos de carnes, acompañado de cremas de ají, una manzana, un yogur y una gaseosa personal. Los jóvenes recibieron sus almuerzos desde las 11.30 a. m.
Decenas de estudiantes decidieron acampar en las inmediaciones del comedor universitario para tratar de obtener uno de los primeros tickets. Debido a las largas colas que se forman en este recinto, a esta tradición se le conoce como "gusanear". Por ello, la primera persona de la fila que recibe el boleto para obtener el almuerzo especial se le conoce como el Gusano Legendario.
Se trata de Jean-Pierre Flores, un estudiante de la carrera de Ingeniería Química de quinto ciclo. Él recibió su almuerzo especial en la Ciudad Universitaria luego de acampar desde el domingo 14 de julio, es decir, hace 4 días. El joven fue reconocido por la rectora Jerí Ramón, con quien bailó durante la ceremonia de coronación.
Sin embargo, no es el único alumno coronado como el gusano legendario en esta edición del tradicional Almuerzo Especial de San Marcos. Como se recuerda, este evento se desarrolla en las cuatro sedes de la UNMSM. Por ello, por primer año en la historia de San Marcos, la institución ha decidido coronar a cuatro gusanos legendarios. Los tres estudiantes restantes fueron identificados como Gian Pier Mariano (sede Cangallo), Kenneth Sánchez (sede San Juan de Lurigancho) y Greysi Saldaña (Facultad de Veterinaria).
Los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) acamparon desde horas antes en los alrededor del comedor universitario. Un joven alumno de la Facultad de Derecho indicó que es una experiencia que vale la pena.
“(La experiencia) es muy interesante, muy bonita. Acabo de terminar el primer ciclo. Es algo intenso, agobiador, pero la experiencia lo vale. Es muy reconfortante lo que se vive. Fuimos al rededor de 10 en dos carpas”, comentó en conversación con La República.
“Es una tradición. Es una experiencia enriquecedora porque te sientes más sanmarquino, por así decirlo”, expresó otro estudiante.
