Adolfo Orellana, abogado del expresidente de la Corte del Callao, confirmó que Ríos recibe asistencia médica por un cuadro de ansiedad derivado de la situación de encierro, y que su estado de salud no afecta sus condiciones como colaborador eficaz. Sin embargo hay preocupación entre los fiscales porque el exmagistrado tiene dificultades para corroborar hechos y enfrenta una investigación fiscal por haber mentido en su manifestación.
El emblemático caso de corrupción judicial “Los Cuellos Blancos del Puerto” ha ingresado a una etapa decisiva. El único colaborador eficaz del proceso, el exjuez superior Walter Ríos Montalvo, enfrenta dificultades para acreditar los hechos criminales que involucran a 90 personas y ha comenzado a recibir tratamiento psiquiátrico.
Por si fuera poco, la fiscalía accedió a abrir contra Ríos un caso por denuncia difamatoria, después de considerar que había mentido al acusar al abogado José Luis Castillo, uno de los principales imputados de la organización criminal que encabezaba el expresidente de la Corte Superior del Callao.
Hace más de dos años y medio el juez supremo Hugo Núñez Julca aprobó la colaboración eficaz del exmagistrado Walter Ríos, a quien condenó a 12 años de prisión, cuando por el delito más grave le correspondía 30 años. Como parte del acuerdo judicial, Ríos aportó información incriminatoria que permitió a los fiscales abrir los expedientes de 40 casos perpetrados por “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
Los problemas se presentaron durante las audiencias en las que Ríos debía testificar corroborando los hechos.
El fiscal del equipo especial del caso, Andy Rodríguez Domínguez, se quejó públicamente de la actuación de Walter Ríos porque expresaba diferentes versiones sobre un mismo episodio de corrupción, lo que dificultaba el trabajo de los fiscales.
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“Queremos mencionar que el señor Walter Rios, a decir verdad, ha cambiado innumerable veces de versión. Y es de conocimiento de todo el Equipo Especial (de Los cuellos blancos del puerto), de que ha cambiado de versión una y otra vez. (…,) Efectivamente, en diversas investigaciones ha tenido primero una versión de los hechos, luego otra versión de los hechos (…)”, señaló el fiscal Andy Rodríguez.
El fiscal Rodríguez señaló que todo el equipo del caso Los Cuellos Blancos del Puerto estaba al tanto de las dificultades de Walter Ríos para acreditar los hechos que reveló como colaborador eficaz. Sin embargo, poco después Andy Rodríguez fue apartado del Equipo Especial por presuntamente haber ordenado el seguimiento a los periodistas César Romero, de La República, y Juan Carlos Tafur, de Sudaca.
Este diario ubicó al fiscal Rodríguez y manifestó que “no recordaba” lo que había dicho en la audiencia sobre la conducta de Walter Ríos.
Otro hecho que cuestiona la colaboración eficaz de Walter Ríos Montalvo proviene del propio Ministerio Público. La fiscal Miluska Plasencia Núñez dispuso formalizar y continuar con la investigación preparatoria contra Walter Ríos por presunta denuncia calumniosa y encubrimiento personal en agravio del abogado José Luis Castillo Alva, uno de los notorios acusados del caso “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
De acuerdo con la resolución de la fiscal Plasencia, existen fundamentos para abrir expediente a Walter Ríos porque atribuyó al abogado Castillo ser uno de los cabecillas de la organización criminal. Es decir, supuestamente Ríos mintió involucrando a José Luis Castillo Alva, poniendo en entredicho las declaraciones del expresidente del tribunal del Callao como colaborador eficaz.
La fiscal Miluska Plasencia ha considerado “que existen suficientes elementos de convicción que revelan la comisión del delito investigado (denuncia calumniosa) que vinculan a Walter Ríos Montalvo”, porque “las declaraciones vertidas (por Ríos) en el marco de la investigación denominada Los Cuellos Blancos del Puerto, constituyen una falsedad”.
Según la resolución de la fiscal, Walter Ríos imputó hechos al abogado José Luis Castillo Alva, que corresponden al operador José Luis Cavassa Roncalla, otro componente clave de “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
“(Walter Ríos) con conocimiento atribuyó la autoría de hechos delicitivos cometidos aparentemente por el ciudadano José Luis Cavassa Roncalla a José Luis Castillio Alva”, explica la fiscal Plasencia, quien señala que Ríos mintió en su colaboración eficaz para encubrir a otra persona: “Esta sindicación fue puesta en conocimiento (…), con la intención de sustraer de la persecución penal a un terceroi y atriubuirle las conductas delictivas al ahora agraviado (Castillo)”.
La República dejó varios mensajes a la coordinadora del Equipo Especial, la fiscal Magaly Quiroz Caballero, pidiéndoles una entrevista sobre el caso de Walter Ríos y el desarrollo de los juicios iniciados a partir de sus declaraciones como colaborador eficaz, pero decidió no contestar.
UN PREOCUPANTE CUADRO
Otra pregunta que este periódico pretendía formular a la fiscal Magaly Quiroz es sobre el estado de salud de Walter Ríos, que ha requerido la evaluación de un psiquiatra, y si esto afectará la presencia del exjuez en las audiencias como colaborador eficaz.
Efectivamente, el 30 de enero de este año, el fiscal supremo Franklin Tomy López, comunicó a la fiscal Magaly Quiroz, sobre las condiciones físicas de Walter Ríos: “El interno Walter Ríos Montalvo a la fecha viene recibiendo asistencia psiquiátrica, así como tratamiento médico para los malestares gastrointestinales y dentales que le vienen aquejando”.
Fuentes relacionadas con el caso mencionaron que es muy probable que las deficiencias de salud de Walter Ríos podrían estar afectando sus facultades durante las audiencias cuando testifique como colaborador eficaz.
El abogado de Walter Ríos, Adolfo Olaechea Plath, confirmó que su defendido recibe atención especializada, aunque descartó que sus males influyan sobre sus actuaciones judiciales.
“Walter Ríos está bien de salud. Como todo interno de un penal, el régimen cerrado tiene ayuda psicológica para superar algunos cuadros de ansiedad, pero más de ello no cambia su versión. Es uniforme y coherente”, indicó a La República el letrado Olaechea.
El abogado de Ríos añadió que el estado de salud del exjuez no ha influido sobre sus declaraciones.
“Es lógico que una persona que no es un delincuente común, que enfrenta delitos de función, y que está dentro de un régimen cerrado, lógicamente le afecta a cualquiera. Ha creado unos cuadros de ansiedad, pero todo lo que él ha vertido ya ha sido plenamente corroborado con medios probatorios por parte de la Fiscalía Suprema de Corrupción de Funcionarios. No es que se le antoje al doctor Walter Ríos cambiar de versión. Todo ha sido acreditado con medios probatorios”, afirmó Olaechea.
En relación a la investigación fiscal contra Walter Ríos por haber atribuido falsos delitos al abogado José Luis Castillo Alva, Adolfo Olaechea respondió que la acusación carece de sustento.
“Lo que manifiesta Castillo Alva no tiene ni pies ni cabeza porque este fue sujeto a una prisión preventiva por una resolución en la que se señalaba su responsabilidad en la comisión de los delitos de tráfico de Influencias en organización criminal”, dijo Olaechea.
Pero lo cierto es que el caso que cuestiona la credibilidad de Walter Ríos como colaborador sigue su curso en el despacho de la fiscal Miluska Plasencia.
