Lo que pocos saben es que casi todos los electrodomésticos que se encuentran en un hogar vienen integrados con standby, desde una PlayStation hasta un televisor o el monitor de una computadora. Esta tecnología provoca que el aparato siga consumiendo energía de manera silenciosa, lo cual repercute en el dinero que se tiene que pagar en la factura de luz. Esto puede provocar que el standby sea mal visto, pero la realidad es más compleja.
En un principio, esta tecnología fue creada para los electrodomésticos que necesitaban un calentamiento previo antes de funcionar completamente, como es el caso de las televisiones. Sin embargo, el standby se fue aplicando a casi todos los aparatos electrónicos del hogar, lo que termina marcando la diferencia en la factura de luz. ¿Cómo controlar esta situación? En esta nota te explicaremos qué medidas puedes tomar.
Este modo de reposo es de mucha utilidad para aquellos equipos que tardan mucho en encenderse y apagarse. Un ejemplo muy claro es el ordenador. Si vas a dejar de utilizarlo por un tiempo relativamente corto, entonces podría ser recomendable dejarlo en standby para que, al volver a encenderlo, el proceso sea mucho más rápido. Lo mismo se puede realizar en una consola de videojuegos.
Con el paso del tiempo, los fabricantes de electrodomésticos empezaron a incorporar esta tecnología en varios aparatos, como microondas o lavadoras. Uno puede saber que un aparato está en modo reposo porque así lo indica una pequeña luz LED que viene incorporada en el equipo y que, por lo general, es de color rojo.
Si tienes interés en saber cuáles son los equipos que más impacto tienen en la factura de luz, te alegrará saber que Osinergmin ha publicado una nota donde indican cuáles son los electrodomésticos que más energía consumen.
Ahora bien, cuando todos estos equipos se encuentran en standby o modo de espera, siguen consumiendo energía, cuyo valor varía entre 0,2 vatios y 0,5 vatios. Si bien este consumo es muy bajo, a la larga puede tener un gran impacto en tu economía. Por ese motivo, a este gasto continuo y casi imperceptible, algunos lo llaman 'consumo fantasma'.
Si bien los electrodomésticos mencionados consumen energía cuando se usan, el objetivo no es prescindir de ellos, sino controlar su uso. Por ejemplo, se recomienda desconectarlos si no van a ser utilizados durante períodos largos de tiempo. En ese sentido, si una persona sale a trabajar por la mañana y regresa a casa por la noche, es mejor desenchufar ciertos electrodomésticos para evitar el 'consumo fantasma'.
En este punto, es importante resaltar que no todos los electrodomésticos deben ser desconectados, pues hay algunos en los que esta práctica puede resultar contraproducente. Por ejemplo, no se recomienda desenchufar un router para así evitar problemas en la conexión de internet, o el refrigerador porque debe encargarse de mantener en buen estado los alimentos.
Existe un gadget que puede ser de mucha utilidad en algunos hogares, como las regletas o picos con interruptores independientes. Con estos dispositivos, el dueño de la casa puede conectar varios electrodomésticos y decidir a cuál cortarle el suministro de energía. Por ejemplo, en uno puede estar conectado tanto el router como el Smart TV. En ese caso, puedes desactivar el que va dirigido al televisor y mantener encendido el otro. De esta manera, se puede ahorrar energía y no tienes que pasar por el proceso de desenchufar y enchufar el mismo equipo reiteradas veces.
