El martes 9 de julio, Rafael López Aliaga, alcalde de Lima, señaló que el área del Cercado de Lima, que abarca el centro histórico con lugares como el Palacio de Gobierno, el Congreso y la Corte Suprema de Justicia, ha experimentado una notable reducción en los niveles de delincuencia, desde que fue declarada en emergencia hace casi diez meses.
“Lima está cada vez más bonita, el turismo va mucho mejor, incluido el turismo extranjero. Estamos recibiendo pedidos de inversión. Grupos inmobiliarios están comprando propiedades en Lima en grandes cantidades de dinero. Hay gente que está solicitando licencias para hacer hoteles, restaurantes, librerías y viviendas. Estamos teniendo buenas noticias porque ya hay paz. Tenemos índices muy bajos de violencia y delincuencia en el Cercado de Lima”, declaró el alcalde en una rueda de prensa.
Asimismo, López Aliaga anunció que, junto con el teniente alcalde Renzo Reggiardo, ha desarrollado una estrategia para la zona de Barrios Altos, en preparación para la llegada de una flota de motocicletas el 25 de julio. “Vamos a enfocarnos en Barrios Altos como un proyecto piloto, para que los residentes puedan mantener sus puertas abiertas con cámaras de seguridad y con presencia constante del serenazgo las 24 horas del día. Las 600 motocicletas que están llegando están destinadas al serenazgo. Las primeras 800 fueron asignadas a la Policía, ya que carecían de motocicletas operativas”, recalcó.
El líder de Renovación Popular también confió en que su administración resolverá los problemas de los canillitas y vendedores de emolientes, quienes han protestado ante la iniciativa municipal de reubicarlos a distritos aledaños al cercado, con el supuesto objetivo de mejorar el tránsito peatonal y vehicular.
El pasado 14 de junio, la Gerencia de Desarrollo Económico notificó a 795 vendedores ambulantes regulados, como canillitas, emolienteros y dulceros, sobre sus nuevas ubicaciones. Además, les dieron el plazo de hasta el 2 de julio para obtener permisos válidos para el presente año. No obstante, los comerciantes consideran esta medida injusta y arbitraria, argumentando que sus puestos no afectan el tráfico.
“He pedido a Prolima (Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima), que está haciendo un reordenamiento turístico del centro de Lima, que haga de esta zona un lugar atractivo. Estamos ordenando el centro de acuerdo a un plan que debe ser win-win [ganar-ganar]. No es tan difícil”, explicó.
Por otra parte, el alcalde dijo que habrán mesas de diálogos con los gremios implicados. Los encuentros están programados para el miércoles y jueves de esta semana. “Tengo una buena relación con los emolienteros. Es una tradición peruana útil. Dialogando llegaremos a un acuerdo. Los canillitas y emolienteros son parte de Lima y del centro histórico”, concluyó el alcalde, pese a que Prolima indicó a Perú21 que no dará marcha atrás en la medida que dispone la reubicación hasta 2035.