En el competitivo mundo de la televisión colombiana, pocos programas han tenido el impacto cultural y la popularidad duradera de 'Yo soy Betty, la fea'. Sin embargo, detrás de las cámaras, las experiencias de los actores no siempre reflejan el brillo del espectáculo. Alejandro Estrada, quien participó en esta icónica telenovela, compartió recientemente su vivencia, marcada por un bajo salario y condiciones laborales menos que ideales. Estrada, quien empezó su carrera en esta producción, no solo enfrentó retos económicos, sino también un ambiente laboral exigente.
Cuando Alejandro Estrada se mudó a Bogotá en busca de oportunidades en la actuación, 'Yo soy Betty, la fea' se presentó como un trampolín ideal. Sin embargo, lo que parecía una oportunidad dorada pronto se tiñó de realidad. El actor reveló que el pago por su trabajo como extra era apenas suficiente para sobrevivir, y que las condiciones en el set a veces eran desalentadoras. A pesar de estas adversidades, su paso por la novela le proporcionó lecciones valiosas y una resiliencia que lo acompañaría en su futuro profesional.
Alejandro Estrada, como muchos actores en los inicios de su carrera, enfrentó la dura realidad del bajo pago en la industria del entretenimiento. Según compartió, su sueldo diario era de solo 30.000 pesos colombianos por día de grabación, una cifra que apenas cubría sus necesidades básicas en la capital colombiana. Este pago, aunque común para los extras en ese momento, destacó las difíciles condiciones bajo las cuales muchos actores jóvenes deben navegar al inicio de sus carreras.
El actor no solo lidió con un salario insuficiente, sino también con un ambiente laboral que, en ocasiones, resultaba opresivo. Estrada describió situaciones donde 'le daban órdenes y lo trataban mal', una práctica que, lamentablemente, no es rara en sets de grabación abarrotados y bajo presión constante. Estas experiencias, aunque negativas, forjaron en él un carácter más fuerte y una determinación para mejorar sus condiciones laborales y buscar mejores oportunidades.
"Tocaba estar todo el día allá metido, le daban a uno órdenes y lo trataban mal, pero yo era feliz. Esta es la televisión, así es. Veía como trataban al protagonista y dije que algún día iba a estar ahí. Como todo lo que me propongo en la vida, lo cumplí y eso me llena de orgullo", detalló en MasterChef Celebrity Colombia 2024.
A pesar de los desafíos enfrentados, Estrada confiesa que su memoria sobre las escenas específicas en las que participó es nebulosa. "No me he visto, me tocaría sentarme a ver y no recuerdo muy bien qué escenas eran", comentó. Este detalle subraya la naturaleza a menudo impersonal y frenética del trabajo de un extra, donde muchas veces se pierde el sentido de participación personal en el tumulto del proceso de producción.
A pesar de los bajos salarios y los desafíos en el set, Estrada optó por continuar en la novela. Su razón principal fue la oportunidad de ganar experiencia y visibilidad en un medio tan competitivo como la televisión colombiana. Además, entendía que cada día en el set era una oportunidad de aprendizaje y un escalón más hacia roles más significativos y mejor remunerados. Su perseverancia eventualmente le abriría nuevas puertas y lo establecería como un actor respetado en la industria.
