Un hallazgo en el yacimiento de Shiyu, China, ha sorprendido a la comunidad científica al descubrir cráneos que datan de hace 300.000 años, pertenecientes a Homo sapiens. Este descubrimiento proporciona una nueva perspectiva sobre la antigüedad de la presencia humana en Asia oriental, pero también supera en antigüedad a Caral, la civilización más antigua de Sudamérica ubicada en Perú.
El equipo internacional de investigadores, liderado por la Dra. Shixia Yang del Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology (IVPP) de la Chinese Academy of Science, ha desenterrado más de 15.000 herramientas de piedra y restos de animales, junto con un fragmento de cráneo de Homo sapiens. Estas herramientas fueron notablemente avanzadas y sofisticadas.
Los cráneos hallados en China son fragmentos pertenecientes a la especie Homo sapiens, los cuales muestran características anatómicas avanzadas que indican un alto nivel de desarrollo para su época. Estos restos, junto con las herramientas encontradas, sugieren que los humanos de esa época ya poseían habilidades tecnológicas sofisticadas. El uso de la obsidiana en la fabricación de herramientas es particularmente relevante, ya que este material volcánico requiere técnicas avanzadas para ser trabajado y no se encuentra localmente, lo que implica que estos humanos antiguos se desplazaban largas distancias para obtenerlo.
Este hallazgo es crucial porque adelanta la fecha de migración de los Homo sapiens a Asia oriental y proporciona una visión más compleja de la evolución y expansión de nuestra especie. La capacidad de estos antiguos humanos para adaptarse y utilizar recursos distantes refleja una organización social y estratégica avanzada, lo cual es un indicador de su inteligencia y habilidades.
Actualmente, los fragmentos de cráneo y las herramientas halladas en el yacimiento de Shiyu se encuentran bajo la custodia del Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology en Beijing. Este instituto ha sido fundamental en la conservación y análisis de estos valiosos artefactos. Parte del material arqueológico se trasladó allí después de su descubrimiento inicial en 1963. Desafortunadamente, algunos restos, incluidos fragmentos craneales, se perdieron al quedar en instalaciones locales no protegidas.
El equipo de investigación ha llevado a cabo un análisis detallado utilizando técnicas radiométricas modernas para datar estos restos. Los resultados revelaron que la principal capa cultural del yacimiento tiene una antigüedad de entre 45.800 y 43.200 años, confirmando la importancia y antigüedad de este sitio arqueológico.
La antigüedad de los cráneos hallados en China, datados en 300.000 años, supera significativamente a la civilización de Caral, que tiene aproximadamente 5.000 años. Está situada en la región de Sudamérica y es reconocida como una de las civilizaciones más antiguas de Perú y de América Latina, famosa por su avanzada arquitectura y desarrollo social. Sin embargo, los restos encontrados en Shiyu indican que los Homo sapiens ya tenían una presencia avanzada en Asia oriental mucho antes de que surgiera Caral.
Este descubrimiento redefine nuestra comprensión de la historia humana en Asia, pero también destaca la complejidad y diversidad de las primeras migraciones humanas. La capacidad de los Homo sapiens para crear herramientas sofisticadas y desplazarse grandes distancias para obtener recursos demuestra un nivel de organización y adaptabilidad que desafía las teorías tradicionales sobre la evolución y expansión humana.