Las arcas del Congreso de la República siguen alimentando —con presupuesto del Estado— los viajes al extranjero de diversos parlamentarios. Un informe de ‘Punto final’ puso en evidencia que varios legisladores disponen del dinero asignado para sus traslados al exterior para costear lujosas estadías en hoteles de lujo y, en un caso en particular, se detectó la compra de una botella de licor financiada con presupuesto estatal.
Por otro lado, el dominical informó sobre la presentación de una duplicidad de comprobantes para respaldar los gastos durante la rendición de cuentas ante el Congreso. Mientras tanto, la aprobación del Congreso se mantiene en un solo porcentaje, según diversas encuestadoras.
La legisladora María del Carmen Alva viajó a Ginebra para participar en la Asamblea de la Unión Interparlamentaria. Para esta ocasión, se hospedó en el Warwick Geneva Hotel pagando $2,100 por seis noches. Para este mismo evento, su colega Álex Paredes del Bloque Magisterial gastó $997 por quedarse en Les Nations Hotel, $1,103 menos.
Al ser consultada por el hotel de lujo donde se quedó, la expresidenta del Congreso solo atinó a decir que “ahora ya sabe que hay un hotel de menor costo”. Aseguró que la elección del hotel fue por recomendación de la Asamblea de la Unión Interparlamentaria.
Otro es el caso de Patricia Chirinos, quien pagó US$1,074.96 para hospedarse en el Avila Beach Hotel, en el marco del evento de la reunión del Parlamento Latinoamericano en Curazao. También asistió Germán Tacuri, quien se alojó en el City Suites Hotel por US$271, por lo que devolvió $760.68 al Legislativo. Chirinos gastó todo el presupuesto asignado.
Por su parte, Rosselli Amuruz realizó cuatro viajes internacionales en 2024. Hubo un conflicto cuando decidió cambiar su itinerario de regreso de Nueva York a Miami, lo que generó un costo adicional de US$305, el cual fue asumido por el Congreso.
La integrante de Avanza País se hospedó en Francia en el hotel Le Parchamp, donde pagó US$1,804.76 por tres noches. Para esta ocasión, rindió cuentas de gastos por una bebida de licor, tal como se detalla en la boleta presentada al Congreso.
A fines de diciembre de 2023, se conoció que, en dos años y medio, el Congreso gastó S/2,043,942.04 en pasajes aéreos y viáticos para los viajes al extranjero de los congresistas. La cifra podría ser mayor, tomando en cuenta que el portal de transparencia de esta institución es lento en actualizar su información y todavía no se ha publicado el reporte de diciembre de este año.
Los permisos para los viajes al extranjero, en primer lugar, son competencia de la Segunda Vicepresidencia del Congreso, que revisa las solicitudes o invitaciones. Con base en ello, presenta los informes que los autorizan ante los demás miembros de la Mesa Directiva (presidente y sus tres vicepresidentes).
El presidente del Congreso, cuando hay acuerdo en la Mesa Directiva, da luz verde a la Dirección General Administrativa para el desembolso de los pasajes aéreos y viáticos de los congresistas. Hasta el momento, la gestión que más fondos públicos despilfarró fue la de María del Carmen Alva, congresista no agrupada que cuando perteneció a la bancada de Acción Popular presidió el Congreso en el período 2021-2022. Durante ese año, la cifra de pasajes y viáticos destinados para sus colegas fue de S/905.872,59.
