Rosa Luz Huerta Soto tenía 25 años, era madre de un pequeño de 3 años, producto de un romance que tuvo en la secundaria. Ella vivía en Ventanilla, y hacia todo para sacar adelante a su hijo. Trabajaba como vendedora de perfumes por Facebook y es a través de esta red social que conoció a Christian Jhon Rojas Mego, un alférez de la Policía, de su misma edad.
Al comienzo todo era felicidad. Los problemas de pareja, sin embargo, surgieron a comienzo de este año y se separaron. El 10 de marzo Rosa Luz presentó una denuncia por maltrato físico, psicológico y el rapto de su primogénito.
Dispuesto a volver con ella, el joven oficial firmó una declaración jurada donde aceptó que cometió un error y que todo lo hizo por retomar su relación con Rosa Luz. Ella lo tenía bloqueado pero él comenzó a acosarla. Lo peor estaba por venir.
La madrugada del 16 de junio ella fue hallada sin vida. Christian lo había planificado todo para eliminarla.
En Perú, la violencia de género continúa siendo una preocupante realidad. Según un reciente informe de la División de Homicidios, en los últimos dos años y medio 387 mujeres fueron víctimas de feminicidio.
Esta unidad reveló alarmantes cifras que evidencian el aumento de los casos de asesinatos de mujeres, siendo los agresores principalmente parejas o exparejas de las víctimas.
Cifras alarmantes
De acuerdo con los datos oficiales a los que accedió La República, este año, solo entre enero y el 1 de julio ya se han cometido 87 feminicidios. Según la policía 51 mujeres fueron victimadas por su pareja, 23 no tenían vínculos de pareja y en 6 casos si tenían un vínculo familiar.
En enero fueron eliminadas 18 mujeres, en febrero 15, marzo 9, abril 24, en mayo 14, en junio 6 y 1 en julio. Quince de esos casos se cometieron en la vía pública, 6 en la casa de ambos, 22 en la vivienda de la víctima, 7 en la del agresor.
La asociación ‘Familias Unidas por Justicia: Familiares de Víctimas de Feminicidios’ cerró el 30 de junio con 86 mujeres asesinadas en el ámbito de ese delito. Es decir, en Perú cada dos días una mujer es asesinada.
Entre los casos más resonantes cometidos en ese mes se encuentra el del mototaxista Abel Antonio Chilipo Huamán quien asesinó y descuartizó a su expareja Geydy Lizbeth Peña Lázaro, en Mala.
Las cifras de feminicidios son impactantes. En el 2022 se cometieron 130 feminicidios. De ellos 72 fueron perpetrados por su pareja, 31 por sus exparejas y en 27 casos no tuvieron vinculo sentimental.
El tema está visibilizado, hay Ministerio de la Mujer, Centro de Emergencia Mujer, Botón de Pánico, también existe conciencia de la importancia de denunciar, de no soportar las violencias. Sin embargo, los femicidios se mantienen. ¿Por qué no bajan estos delitos?
El año pasado, la cifra aumentó a 170. En este caso, 124 crímenes fueron cometidos por sus parejas, 38 por sus exparejas y 8 no tenían vínculos. Se demostró que 71 víctimas tenían entre 18 y 29 años y 84 de ellas fluctuaban entre los 30 y 59 años de edad.
Merecen vida digna
“No podemos permitir que sigan aumentando estos casos porque detrás de cada cifra hay una mujer que merece una vida digna y sin violencia”, indicó Sandy Evangelista Loa, una de las fundadoras de Familias Unidas por Justicia.
El término feminicidio fue usado por primera vez por Diane Rusell en el Tribunal de Crímenes contra la Mujer en Bruselas, en 1976. Es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres cometido por un hombre, por el hecho de ser mujer, tanto en el ámbito público como privado.
“Estamos en sociedades con una cultura de la violación instalada que siguen repitiendo el abuso, el machismo y la violencia de género. Muchas veces las víctimas son revictimizadas durante un proceso que tendría que ser de protección y respuesta”, aseguró el médico psiquiatra, Carlos Bromley.
La ex Defensora del Pueblo, Eliane Revollar, señala que el acceso a la justicia sigue siendo una preocupación, cómo seguir trabajando para derribar los estereotipos de género que el sistema de prevención y respuesta sigue reproduciendo. Es importante entender que también existe violencia institucional. “Falta mucho recorrido para que haya una igualdad real en favor de las mujeres”, comentó.
EXISTE UN SERIO PROBLEMA DE SALUD MENTAL
El feminicidio supone un desafío profundo para la salud mental de la población. La especialista en psiquiatría y temas de violencia de género, doctora Liliana Quispe Calderón dice que este es un problema social que afecta a muchas personas. Según la encuesta ENDES 2021 el 54,9% de mujeres fueron víctimas de violencia ejercida alguna vez por el esposo o compañero. Ahora, este tema va más allá de la cifra. Se debe ahondar en identificar trastornos que pueden agravar más la violencia, como el aumento de alcohol y otras drogas, pero sobre todo entender que la violencia contra la mujer tiene un trasfondo idiosincrático basado en modelos patriarcales que refuerzan los estereotipos de género.
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