Edgar Vivar, famoso por interpretar al Sr. Barriga y ‘Ñoño en ‘El Chavo del 8’, alista maletas para regresar a Lima, donde es muy querido y respetado. El actor mexicano se reencontrará con sus fanáticos peruanos, quienes lo podrán ver en el espectáculo ‘Oz’ del Circo Internacional de la Chola Chabuca, que abrirá sus carpas desde el viernes 19 de julio en Plaza Norte.
“Yo los quiero mucho. Perú no deja de sorprenderme. Además voy a ir a comer rico, que es lo que más me encanta. Voy a comer carapulcra, causa rellena y ceviche. Ya los estoy saboreando”, dijo emocionado, desde México.
Durante casi dos meses, Edgar Vivar dará vida al ‘Mago de Oz’. En esta entrevista, el artista de 75 años reflexionó sobre su carrera y vida personal. Además, hizo oficial su retiro de los escenarios, semanas después de haber sufrido un accidente en plena grabación, hecho que lo hizo recapacitar sobre las facultades que se pierden con el tiempo. A pesar de su retiro, tiene proyectos en camino, incluyendo una participación en una película y dos nuevas temporadas de ‘Vecinos’, producción de Televisa.
—¿Qué lo animó a volver a dar vida al ‘Mago de Oz’?
—Como todos los años, Ernesto Pimentel presenta un show de primera línea y en esta ocasión escogió el ‘Mago de Oz’. Yo tuve la oportunidad de hacer la versión teatral de ‘Oz’, una adaptación de la obra de Frank L. Baum que habla del viaje de Dorothy a través de esta tierra, que está más allá del arco iris, en busca de regresar a casa. A mí me toca interpretar al mago, quien lleva todo el mensaje de que muchas veces lo que uno busca afuera, se encuentra dentro de uno mismo. Es un mensaje hermoso, positivo y muy familiar; como todo lo que se presenta en el circo de la Chola.
—¿Qué sentimientos lo embargan al regresar al Perú?
—Perú es una tierra que tanto me quiere y a la que quiero mucho, también. Es mi visita número 20 y creo que va a ser la última vez. Ahora sí porque es el último año que hago giras. Yo estaba muy reacio a salir de gira por muchas razones, pero volver al Perú a despedirme es, de alguna manera, honrar la vida. Hace unos 15 años hice la gira de despedida del personaje de Ñoño con el circo de los hermanos Fuentes Gasca. Ahora, con esta despedida,se cierra un ciclo muy bonito allá en Lima y qué mejor que allí, en el circo, con toda mi gente.
—¿La razón de su retiro de los escenarios tiene que ver con el accidente que sufrió hace unos meses?
—Efectivamente tuve un accidente en la grabación del último programa de ‘Vecinos’. Perdí el equilibrio, caí hacia atrás y me hice una herida en la nuca. No me asusté en ese momento, me asusté después cuando vi la cantidad de sangre, por lo que me llevaron al hospital y tuvieron que ponerme dos puntadas por dentro y siete puntadas por fuera. Afortunadamente, la producción ha sido muy acuciosa. Me llevaron a un hospital a sacar una radiografía y me hicieron resonancia.
—¿Qué pasó por su mente?
—Eso me hizo recapacitar de que con el tiempo se van perdiendo facultades y no quisiera sufrir otra caída igual o ponerme en riesgo. Por eso, aprovechen la oportunidad de verme en el circo de la Chola Chabuca antes de que me vuelva a caer (risas). Y para que nadie se quede fuera, hay precios populares. La mesa está puesta para que la gente la pase bien y yo también. Espero ser merecedor del aplauso y del cariño que siempre me han prodigado mis amigos peruanos.
—Dijo que dejó de interpretar a ‘Ñoño’ porque su talento daba para más. ¿Se ratifica?
—En aquella ocasión dije que cuando se terminó el programa (‘El chavo del 8’), nada me hubiese costado no salir de mi zona de confort y seguir haciendo los personajes, pero también consideré que era un reto el hacer cosas diferentes porque me sentía capaz de hacer cosas diferentes, sentí que mi talento daba para más. Lo que yo diga es lo que menos importa. Lo que importa es lo que piensa el público.
—¿Entonces no fue una indirecta a Carlos Villagrán y a María Antonieta de las Nieves, quienes vuelven al Perú con su gira de despedida, pero al final vuelven a regresar?
—No. Lo más difícil en la vida es ser congruente entre lo que se dice, lo que se piensa y lo que se hace. Y yo trato de cumplir esa premisa siempre.
—¿Fue difícil reinventarse?
—Yo traté de diversificarme, de hacer cosas diferentes. Una vez que se terminó el programa (‘El chavo del 8’), en la ciudad de México no me daban trabajo porque estaba la repetición y eso estaba haciendo competencia conmigo mismo. Entonces me fui a Europa y Sudamérica, donde produje teatro, novelas y series de televisión. Uno tiene que reinventarse.
—¿Hay peligro del estreno de ‘Sin querer queriendo’ con la demanda que ha interpuesto Florinda Meza a la producción?
—La bioserie ya está terminada. Efectivamente, hice un cameo. En cuanto a la querella que hay entre Florinda Meza y la producción, es asunto de ellos, no tengo ninguna injerencia en eso. Yo solo fui contratado para hacer el papel del director Agustín P. Delgado, quien bautizó a Roberto Gómez Bolaños con el nombre de Chespirito.
—¿Cuáles son sus expectativas de ‘Sin querer queriendo’?
—Espero que sea del agrado del público la bioserie, que no abarca toda la vida de Roberto. Me imagino que están esperando hacer una segunda entrega. Originalmente estaba planeada para hacer determinado número de capítulos, pero se quedaron en seis. Ahora está en proceso de postproducción.
—¿Le gustaría tener una bioserie, así como la de Roberto Gómez Bolaños?
—Sí me han hecho esa propuesta, pero siempre he declinado. Mi vida no tiene absolutamente nada de particular. La vida interesante es la de Roberto, quien fue el motor y el eje del boom del ‘Chavo del 8’ y ‘Chapulín Colorado’. Mis compañeros actores y yo somos parte del éxito, pero la mente maestra siempre fue la de Roberto. Pero agradezco el interés, mejor vengan a verme al circo.
—¿Qué expectativas tiene de ser parte del circo de la Chola Chabuca?
—Es la primera vez que voy a estar en esa parte de Lima (Plaza Norte), que es muy populosa. Ya saben, las entradas están en Teleticket y me van a ver vestido de verde.
