La estrella cafetera se lució con un tremendo disparo desde los 12 pasos y convirtió el segundo tanto ante Panamá por los cuartos de final.
En sus más de 120 años de historia, Alianza Lima ha forjado una inmensa cantidad de ídolos del fútbol peruano. Nombres como Alejandro Villanueva, en los años de formación del club blanquiazul, o Jefferson Farfán, un siglo después, han marcado épocas y generado la idolatría en los amantes del más popular de los deportes.
Pero esta idolatría no quedó en las fronteras del campeonato peruano. Jugadores que se convirtieron en leyendas en el equipo victoriano también replicaron esta relevancia en otros clubes de la región. Juan Joya fue leyenda con los blanquiazules y del Peñarol de Uruguay, también Teófilo Cubillas con el Oporto y Hugo Sotil con el Barcelona. Ahora, un ídolo íntimo fue reconocido de forma oficial en el firmamento de máximas leyendas de un poderoso club colombiano.
Atlético Nacional de Medellín dio a conocer a las nuevas estrellas incluidas en muro de leyendas del club. En esta constelación fueron están Alexis Henríquez Charales, Reinaldo Rueda Rivera, Alexander Mejía Sabalsa, Jhon Jairo Tréllez Valencia, Raúl Navarro Paviato, Humberto Álvarez Arango y el peruano César Cueto Villa.
El 'poeta de la zurda' agradeció el homenaje de los verdolagas con una singular anécdota de sus primeros años en el club "Cuándo recién llegue en Perú se jugaba más alegremente y acá era super diferente, el entrenamiento era durísimo para mí. Se jugaba marcación hombre a hombre. Los partidos de practica eran bastante duros. Físicamente no tenía mucha respuesta, me llevaban mucha ventaja. Y salió a marcarme Vagner creo, de 6, y me siguió por todo el campo. Yo también tenía que marcarlo a él y no pude agarrar ninguna pelota. Yo le decía déjame agarrar una aunque sea, pues. Comencé a entrenar, a entrenar, y a entrenar hasta que me puse bien, y ya el no me agarraba a mi", contó en la ceremonia.
El 'poeta de la zurda' llegó en 1979 al Atlético Nacional y permaneció por cinco temporadas. A lo largo de su paso por el club colombiano jugó 158 partidos y marcó 39 goles. Fue en 1980 el primer año en el que su nombre empezó a destacar, al ser elegido como mejor jugador del torneo. Un logro que superó al siguiente, el victoriano brindó la asistencia que Pedro Juan Ibagüen convirtió en el gol del campeonato ante América de Cali, volvió a ser elegido como mejor jugador del torneo y fue el goleador de la temporada con 17 tantos.
En la página oficial de club verdolaga, el 'poeta de la zurda' es descrito como si tratara de una divinidad. "El Inca hacía que las ilusiones fueran posibles y que lo inesperado fuera viable. El peruano estaba ungido con el don del espectáculo. Jugaba como los dioses. Acariciaba al hincha con sus sombreros, sus gambetas, sus pases, sus tacos, sus túneles. Ir al estadio era una obligación. Porque además se bajaba del pedestal de las deidades y se asumía con las debilidades de un mortal cualquiera: de vez en cuando transpiraba", se lee en la web del club medellinse, en el que el peruano permaneció hasta 1984.
La primera develación del muro de las leyenda de Atlético Nacional ocurrió 30 de abril y fueron incluidos los jugadores René Higuita, Francisco Maturana, Víctor Hugo Aristizábal, Macnelly Torres y Andrés Escobar.
