En el centro de Bangkok, Tailandia, un restaurante familiar ha mantenido viva una tradición culinaria que desafía el paso del tiempo: la preparación de un caldo perpetuo. Durante 46 años, este establecimiento ha mantenido una sopa de carne en constante ebullición.
Esta experiencia gastronómica única atrae a comensales de todas partes del mundo. El restaurante se llama Wattana Panich, lugar donde la sopa se cocina en un gran caldero que es visible desde la entrada del restaurante.
Clientes locales y turistas llegan con curiosidad para probar este caldo. El secreto de la perpetuidad viene de la cocción, la cual se pone a fuego lento durante la noche. La sopa incluye verduras, carne y fideos.
Naturalmente, algunas personas se sorprenden al pensar en la cantidad de bacterias resistentes al calor que podría tener la sopa. Sin embargo, este plato y su método de preparación tienen una larga tradición y un truco especial detrás.
Los dueños del restaurante desmintieron los rumores de que la olla nunca se limpia. Lo que hacen es mantener solo un poco del caldo en la noche a fuego lento. El recipiente donde se cocina la sopa es aseado todos los días con esta técnica.
Wattana Panich ha sido un restaurante familiar por más de 60 años. Los padres del dueño todavía trabajan en la tienda. La más pequeña de la casa, quien tiene 12 años de edad, ha expresado interés en hacerse cargo cuando sea adulta. De esta manera, se convertiría en la cuarta generación en revolver la olla.
En cuanto a la salubridad, siempre y cuando se prepare y mantenga adecuadamente, un caldo de larga data puede ser seguro para el consumo. Es esencial manejar las temperaturas de cocción con cuidado, asegurándose de que se mantenga al menos a 60 grados, y realizar un mantenimiento constante. La sopa debe hervirse continuamente a temperaturas que eliminen las bacterias nocivas.
Según las críticas de los comensales en línea y los reconocimientos específicos que ha recibido Wattana Panich, no se han reportado problemas de salud al consumir estas sopas, y sí se destaca su exquisito sabor. Este hecho va más allá de ser una simple curiosidad culinaria; es una ventana a las prácticas históricas de la cocina y una muestra de sostenibilidad en la gastronomía moderna. Combina conservación, sabor y tradición en un solo plato.4o
