Cierto día, Allan Angell Bessombes conducía su auto por la Av. Comandante Espinar, rumbo a una pizzería, acompañado de sus hijos, hasta que uno de ellos le preguntó sobre quién fue el comandante Espinar. La pregunta lo dejó helado e inmediatamente empezó a averiguar más sobre este personaje héroe de la Guerra del Pacífico.
Pero la curiosidad pudo más, porque, así como tenía nociones de Espinar, le pasaba lo mismo con otras calles y avenidas cuyas señas nominales las tenía en el radar, pero solo de manera nominal. Es así que, movido por la curiosidad, la cual heredó de su padre Luis Felipe Angell de Lama, o más conocido como Sofocleto, emprendió una investigación para conocer a los personajes históricos que le dan nombre a no pocas de nuestras calles.
El resultado de ese interés, es el libro que acaba de publicar: ¿Quién es esa calle?, que reúne a 70 personajes históricos, elegidos al azar, con el único objetivo de compartir su asombro con los lectores y suscitar una identificación con Lima, ciudad que no deja de expandirse. Alfredo Benavides, Víctor Maúrtua, Jaime Bausate y Meza, Roque Sáenz Peña, Pedro de Osma, José Choquehuanca, Emilio Cavenecia, Elmer Faucett, Javier Prado, Andrés Arámburu, entre otros, figuran en estas páginas narradas con un estilo risueño y actitud horizontal (es decir, el autor se ubica de tú a tú con su receptor, como un conductor o un caminante más), como si fuera un guía en el que confluyen la anécdota y la historia.
Leída en el contexto actual, se colige que estamos ante una publicación que honra a Lima, pero es también un llamado de atención. Como señalamos líneas atrás, Lima es una ciudad que no deja de crecer –al respecto, hay suficiente bibliografía que registra esa realidad-, pero en ese proceso, lamentablemente a causa de la fiebre del llamado progreso, se pierden luces culturales que cumplen una función: identificar al ciudadano con sus lugares cotidianos. En este sentido, ¿Quién es esa calle? llena un vacío que la especialidad no puede (por estar restringida a un ámbito de estudio), enfocándose estrictamente en las personas que recorren Lima, quienes son las que finalmente forjarán su relación/comunión con una ciudad que suda cultura por donde se la mire.
He ahí la magia/hechizo de este trabajo de Angell. Las calles de las que escribe y de los que personajes que las identifican, son también nuestros. Como dice el adagio: solo se valora lo que se conoce.
Recomendamos esta lectura.
