La caverna de dos metros de profundidad y diez de largo cuenta con una señal adornada con calaveras que advierte el peligro de ingresar.
Cerca de la cancha de Voleibol de Recreo Verde, a 80 kilómetros de San José, capital de Costa Rica, muy cerca de los bosques tropicales y la biodiversidad de la zona se encuentra una pequeña caverna que se ha ganado el siniestro nombre de ‘La Cueva de la Muerte’, debido a las muertes que ha ocasionado a quienes se adentraron en ella.
La cueva tiene poco menos de dos metros de profundidad, un poco más de 10 metros de largo y, por suerte para los humanos, la entrada es muy estrecha para que quepa alguno. Sin embargo, muchos animales de menor tamaño que han ingresado han muerto de forma instantánea. La situación ha llevado a que se coloque una señal de advertencia adornada con calaveras con el mensaje en español e inglés: '¡Peligro! Prohibido el paso a partir de este punto'.
La apodada ‘Cueva de la Muerte’ acaba con la vida de todo ser que se adentre en ella debido a que cuenta con un exceso de dióxido de carbono (CO2), que sale a la superficie por la falla geológica de ‘San Miguel’. El vapor, imperceptible debido a que carece de olor y color, ocasiona la pérdida de conocimiento casi instantánea para luego asfixiar a la víctima, provocando un final rápido e indoloro.
Debido a que este gas es más pesado que el oxígeno, tiende a depositarse en las zonas bajas de la caverna, donde se pueden encontrar cadáveres de animales pequeños como roedores y serpientes.
La cueva fue descubierta por tribus indígenas de la zona que notaron la ausencia de vida dentro del lugar y que algunos animales evitaban la zona. Los nativos comenzaron a crear leyendas para intentar explicar por qué todo ser vivo que entra pierde la vida.
Si bien los científicos aún no han descifrado el origen del CO2 en la caverna, algunos sugieren que ello podría deberse a filtraciones volcánicas. Asimismo, su estructura favorece su letalidad, debido a que su ventilación natural es limitada, lo que ocasiona que los gases tóxicos se acumulen y se concentren.
Además de la Cueva de la Muerte, existen otras áreas naturales que ofrecen un viaje al más allá. Es el caso de la caverna Movile en Rumanía, que se descubrió en 1986 cerca de la ciudad de Mangalia y además es una maravilla geotérmica que estuvo aislada del mundo exterior por alrededor de 5.5 millones de años hasta que un grupo de científicos abrieron la estructura para explorarla. Lo que la hace mortal es su atmósfera alta en dióxido de carbono (de 2 a 3.5%) y sulfuro de hidrógeno, así como baja en oxígeno (1 a 2%)
Por otro lado, la cueva Carburangeli en Sicilia, Italia, es otra superficie subterránea con elevados niveles de CO2, que pueden alcanzar hasta el 10%, debido a la actividad volcánica de la región, lo que limita la presencia de vida en la zona.
