Pablo Caggiani
Pablo Caggiani, referente en educación del Frente Amplio (FA), plantea que si su partido gana las elecciones, uno de sus objetivos prioritarios será combatir la pobreza infantil y reconstruir la confianza en el sistema educativo.
Sostiene que el FA es “la única opción” que garantizará un aumento en el presupuesto educativo, aunque anticipa que no se alcanzará la meta de 6+1% del PIB en los primeros años de gobierno debido a la situación financiera del país.
Caggiani destaca que el programa del FA fue elaborado a través de un proceso de consulta amplio, que incluye la participación de diversos actores de la sociedad, subrayando la importancia de incluir voces de estudiantes y familias en la discusión educativa.
En una entrevista publicada el domingo por La Diaria, Caggiani (quien actualmente es director por la oposición en el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Ineed) critica la política educativa anterior, señalando que fue impuesta desde el gobierno sin considerar las opiniones de docentes y otros actores claves. Afirma que la falta de escucha y participación ha llevado a problemas en la implementación de una reforma curricular que no refleja las realidades sociales uruguayas.
Para Caggiani, el desafío no solo es modernizar la educación, sino garantizar que los cambios se realicen con la participación activa de quienes están directamente involucrados en el sistema.
En relación con la carga administrativa de los docentes, menciona que la actual gestión educativa ha generado desconfianza y una presión excesiva sobre los maestros, perjudicando la calidad del proceso de enseñanza. Defiende que un enfoque que fomente la colaboración y confianza en el entorno escolar es necesario para obtener mejores resultados educativos.
Caggiani también critica la eliminación de espacios de trabajo colaborativo, que antes eran vitales para la comunidad educativa y que permitían a los docentes intercambiar experiencias y estrategias efectivas para abordar las necesidades de sus estudiantes.
Afirma además que la educación no se puede administrar solamente desde un enfoque burocrático, sino que debe ser un proceso dinámico y adaptativo, donde los educadores tengan la autonomía necesaria para aplicar métodos que se ajusten a las particularidades de sus alumnos.
En lo que se refiere a la formación de los docentes, Caggiani apoya la idea de que se debe invertir en una formación continua que permita a los maestros adaptarse a los nuevos desafíos educativos. Esto incluye la implementación de programas de actualización en pedagogía, nuevas tecnologías y enfoques inclusivos, esenciales para atender la diversidad en las aulas.
Resalta la importancia de abordar la inequidad educativa y la implementación de medidas como becas, que mejoren la calidad de vida de los estudiantes en situaciones vulnerables, fomentando una cultura de apoyo entre los centros educativos y la comunidad.
Finalmente, enfatiza que las metas de inversión en educación deben ser alcanzables y realistas, subrayando que la prioridad inmediata debe centrarse en la pobreza infantil y la reincorporación de inversiones adecuadas en educación, aunque reconociendo que avanzar al objetivo del 6% del PIB será un proceso gradual.
“Lo que el FA tiene que hacer es seguir avanzando en el incremento del presupuesto educativo, hacerlo al ritmo que se pueda, porque la primera prioridad es la pobreza infantil, eso es lo urgente. Y con los otros temas hay que hacer una orientación política que aclare que se va en ese sentido. La inversión en infraestructura es importante, pero el aumento de la inversión por estudiante también”, manifestó.
Para Caggiani, un gobierno del FA se compromete a establecer un diálogo eficaz con la ciudadanía y trabajar de manera coordinada con todos los actores del sistema educativo para asegurar que los cambios propuestos sean realmente representativos y eficaces en la mejora de la educación en Uruguay.
