Foto cortesía de la Guardia Civil de España
El 26 de junio, el puerto de Barcelona fue escenario de un operativo significativo. Las autoridades incautaron cuatro toneladas de cocaína escondidas dentro de un contenedor de arroz. Esta operación se destacó como la mayor incautación del año en España, sumando un total de 4.020 kilogramos, según comunicaron las autoridades locales.
La operación reveló una compleja ruta de tráfico de drogas que comenzó en Paraguay. El contenedor inició su viaje desde ese país sudamericano y fue transportado hasta Montevideo, Uruguay, antes de proseguir hacia Europa. Las investigaciones del Montevideo Portal proporcionaron detalles cruciales sobre el recorrido de la carga a través de estos puertos.
Tras el descubrimiento en Barcelona, las autoridades paraguayas solicitaron acceso a documentación clave. El objetivo es identificar a la empresa responsable del transporte entre Paraguay y Uruguay. Este esfuerzo busca desentrañar las complejidades logísticas de la operación y exponer posibles conexiones con redes criminales, según informó el medio paraguayo La Nación.
Simultáneamente, el Programa Global de Contenedores de Naciones Unidas emitió alertas a sus países miembros, incluyendo a Uruguay. Este aviso buscó informar sobre las tácticas utilizadas en este tráfico ilícito, promoviendo una mayor vigilancia en los puertos. La iniciativa espera mejorar las medidas para evitar el tráfico de estupefacientes.
Meses después, otro contenedor procedente de Paraguay fue interceptado en Portugal con más de tres mil kilos de cocaína. En su paso por Uruguay, el cargamento fue sometido a escaneo. Sin embargo, el contenedor no fue abierto, a pesar de las sospechas que surgieron de las imágenes obtenidas.
