El Ministerio de Economía ha decidido congelar la aplicación de la medida que permitiría reducir el IVA en las zonas fronterizas con Argentina y Brasil. Esta decisión se ha tomado para evitar lo que se describe como una “renuncia fiscal muy importante” y también debido a las dudas que existen respecto a los posibles efectos de implementar esta medida.
En los últimos años, las diferencias en los tipos de cambio han fomentado el llamado “turismo de compras” de uruguayos hacia Argentina. Sin embargo, este patrón de comportamiento comenzó a cambiar después de que el gobierno de Javier Milei decidiera devaluar el dólar oficial. Aunque esta devaluación revirtió momentáneamente la tendencia, no se ha consolidado a partir de entonces.
Según un estudio reciente del Observatorio Económico del Campus de Salto de la Universidad Católica, la brecha de precios entre Salto y Concordia, en el lado argentino de la frontera, creció significativamente. De un 59% en mayo, el margen de diferencias subió al 80% en la medición de julio.
El congelamiento de la medida de rebaja del IVA en las zonas fronterizas causa incertidumbre tanto en comerciantes locales como en consumidores.
Muchos esperaban que estas reducciones fiscales generaran una mayor competencia frente a los mercados argentinos y brasileños, haciendo más atractivas las compras locales y reduciendo el flujo hacia el exterior.
En 2024, Uruguay y Argentina se ubican entre los países de América Latina con las tasas de IVA más altas. En Uruguay, esta tasa es del 22%, mientras que en Argentina es del 21%. Otros países de la región tienen tasas variadas, siendo Paraguay y Panamá los de menor IVA, con 10% y 7% respectivamente.
Chile y Colombia mantienen un 19%, seguidos de Perú y República Dominicana con 18%. Brasil presenta un promedio del 17%, México tiene un 16% y tanto Honduras como Nicaragua están en 15%. Bolivia, Costa Rica, y El Salvador aplican un 13%, Ecuador y Guatemala un 12%, Venezuela el mismo porcentaje, y Puerto Rico alcanza un 11,5%.
