El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica ha sido internado nuevamente, siendo esta la tercera vez en diez días. En esta ocasión, los médicos le realizarán una serie de estudios y le han colocado una vía para hidratarlo. Su médica personal, Raquel Pannone, se encargará de proporcionar más información en las próximas horas.
El pasado fin de semana, Mujica se había atorado con la comida, lo que obligó a su ingreso al Centro Asistencial del Sindicato Médico del Uruguay (Casmu), de donde fue dado de alta a las pocas horas. Anteriormente, había sido ingresado el 26 de agosto y retornó a su hogar al día siguiente.
Este jueves se confirmó su nuevo ingreso al Casmu. La situación, según las primeras informaciones, no parece ser grave. Después de la internación de la semana pasada, la doctora Pannone explicó que Mujica había sido diagnosticado con un tumor en el esófago, para lo cual fue sometido a radioterapia.
“La radioterapia fue muy buena y tenemos fuertes convicciones de que el cáncer se curó”, afirmó Pannone. No obstante, aclaró que los estudios no mostraron evidencia del tumor, sino «la fibrosis que queda en el esófago» tras el tratamiento. Este procedimiento ha ralentizado la recuperación del expresidente de 89 años.
La médica detalló que la radioterapia puede compararse a una quemadura, lo cual dificulta la ingestión de alimentos y provoca que Mujica coma en menor cantidad. Además, su función renal ha mostrado un deterioro. Desde el 24 de agosto, Mujica ha estado recibiendo suero en su casa debido a su fragilidad.
El pasado 25 de agosto, Mujica no asistió al Día del Comité de Base, un evento clave para el Frente Amplio, aunque sí estuvo presente el 27 de agosto en la presentación de Blanca Rodríguez como candidata al Senado. Su equipo médico sigue monitoreando su salud para permitirle volver a sus actividades en la medida que su cuerpo lo permita.
En abril, Mujica fue diagnosticado con un tumor esofágico. Pannone, quien ha estado junto a él por más de 15 años, señaló que el cáncer no era extenso y que el tratamiento radioterápico realizado fue exitoso. No obstante, los efectos secundarios, sumados a su avanzada edad, han complicado su recuperación.
A pesar de que el cáncer fue eliminado, Mujica sigue en un estado de fragilidad que requiere atención. La fibrosis en el esófago afecta su capacidad de comer. Sumado a esto, a su avanzada edad, su recuperación es más lenta, complicando su estado de salud.
Además de la fibrosis, Mujica sufre de insuficiencia renal y vasculitis, que han contribuido a sus recientes episodios de descompensación. Aunque el tratamiento ha sido efectivo contra el cáncer, los efectos secundarios han debilitado al expresidente.
Su médica sigue atenta a sus síntomas cada día, esperando que pueda retomar sus actividades. En una entrevista reciente, Mujica confesó sentirse “deshecho” físicamente, reflejando la prolongada batalla con sus problemas de salud. Su entorno médico está comprometido con ofrecerle la mejor calidad de vida posible mientras continúa su recuperación.