En medio de la creciente crisis política en Venezuela, el gobierno de Costa Rica ha extendido una oferta de asilo político a dos destacados líderes opositores, Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, quienes enfrentan graves amenazas de arresto por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Esta medida responde a las acusaciones y persecuciones dirigidas contra los opositores tras las recientes elecciones disputadas, que han desencadenado una ola de protestas y represión en el país sudamericano.
El canciller costarricense, Arnoldo André Tinoco, comunicó la decisión de su gobierno mediante un mensaje difundido este martes por la noche. En dicho mensaje, Tinoco señaló: “Hemos sido informados de que existen órdenes de aprehensión, de arresto y de captura en contra de María Corina Machado y de Edmundo González en Venezuela. Por este medio, el Gobierno de la República anuncia que estamos dispuestos a otorgar asilo político, refugio en Costa Rica”.
La oferta de asilo no se limita solo a Machado y González Urrutia. Tinoco extendió la misma protección a otros perseguidos políticos en Venezuela, especialmente aquellos que actualmente se encuentran refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas.
Estos dirigentes han denunciado que la sede diplomática argentina está bajo asedio por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas.
María Corina Machado, en respuesta al gesto del gobierno costarricense, expresó su agradecimiento por la “generosa hospitalidad del gobierno de Costa Rica como reacción a la brutal represión del régimen de Maduro en contra de los ciudadanos que defendemos los resultados de la elección presidencial del 28 de julio”. Pese a la oferta de asilo, Machado subrayó su compromiso: “Nuestra responsabilidad es continuar esta lucha junto a la gente”.
Machado enfatizó que la principal preocupación de la oposición es la seguridad de sus compañeros asilados en la embajada argentina. Esta declaración llega en un contexto de alta tensión política, con Nicolás Maduro responsabilizando públicamente a Edmundo González Urrutia por lo que describe como “violencia criminal” durante las protestas posteriores a las controvertidas elecciones.
Maduro fue explícito en sus acusaciones, afirmando: “Lo hago responsable señor González Urrutia de todo lo que está sucediendo en Venezuela, de la violencia criminal, de los delincuentes, de los heridos, de los fallecidos, de la destrucción. Usted será el responsable directo señor González Urrutia y la señora (María Corina) Machado, y la justicia va a llegar”.
Estas palabras de Maduro resonaron al tiempo que el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, urgía a las autoridades a proceder con el arresto de González Urrutia y Machado. En un vehemente discurso, Rodríguez aseveró: “Con el fascismo no se pueden tener contemplaciones, no se dialoga, no se le dan beneficios procesales. Al fascismo no se le perdona”.
Rodríguez también enfatizó la necesidad de una acción legal firme: “Con el fascismo no se transige, se le aplican las leyes. Con esto quiero decir que tiene que actuar el Ministerio Público cómo está actuando, no solamente con los malandros. Tienen que ir presos sus jefes, los que les ordenaron, los que les pagaron, y cuando digo jefes, no me refiero solamente a María Corina Machado, que tiene que ir presa, me refiero a Edmundo González Urrutia, porque él es el jefe de la conspiración fascista que están intentando imponer en Venezuela. Esa es la verdad”.
Este capítulo se inscribe en un drama político que continúa profundizándose, con Costa Rica tomando una postura firme en defensa de los derechos humanos y la democracia, y ofreciendo un refugio seguro a quienes son perseguidos por su lucha contra un régimen cada vez más autoritario en Venezuela.
