Los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) forman parte de una élite de la Policía Nacional que trabaja de manera discreta, silenciosa y sacrificada. Saben que «el primer error es el último», como asegura un miembro de la unidad a LA RAZÓN. Han intervenido en varios miles de incidentes con un solo objetivo: salvar vidas aún a costa de arriesgar la suya. También contribuyen a aminorar la destrucción de todo tipo de bienes tanto públicos como privados. Además, han asumido también las funciones derivadas de la amenaza NRBQ (nuclear, radiológica, químico y biológica) -creado en 1997- lo que les sitúa en el nivel más alto de un incidente o la lucha contra el terrorismo.
Y es que, en medio del caos, hay siempre una persona que llega, con una especie de traje de astronauta al que todos abren paso: el especialista en desactivar el artefacto. En cada amenaza con explosivos están ahí, dispuestos a cortar el "cable rojo", el del peligro, con valentía y precisión. Aunque la realidad es más compleja porque los explosivos no siguen un código de colores estándar, por lo que esta decisión puede no ser la habitual en la desactivación real.
Para ello deberán actuar con templanza y sin que la visión túnel o el miedo les pueda detener. Una de las cualidades de cualquier TEDAX es el control de las emociones, la creatividad, la disciplina con la que hacen lo que tienen que hacer. De hecho, en los entrenamientos, para aprender a desactivar un artefacto tienen que saber no solo cómo funciona sino también crearlo.
Entre sus acciones está la de analizar y neutralizar bombas, desde maletas sospechosas hasta coches con artefactos adosados. Además, cuentan con el robot Teodor, trajes blindados, rayos X portátiles, inhibidores de frecuencia y drones. También se ocupan de un trabajo de análisis de explosivos y colaboran con servicios de inteligencia.
También entre sus funciones está la de intervenir ante la presencia de agentes NRBQ o por la liberación/diseminación ambiental de algún componente nuclear, radiológico, biológico o químico.
La Policía Nacional ha conmemorado este viernes la existencia de los 50 años de esta una unidad que, indican, ha actuado en 438.004 incidencias, de las cuales 4.718 han estado relacionadas con incidentes por terrorismo y 2.851 del tipo NRBQ. También intervienen en los avisos ante la detección de ARR (Artefactos Reales Reglamentarios), como piezas de artillería y munición procedentes de la guerra civil española, los cuales son descubiertos en múltiples circunstancias. En el año 2024 estas intervenciones fueron 247 y un total de 7.726 desde sus inicios.
La creación de los TEDAX se remonta al 31 de enero de 1975 cuando, ante la creciente presión terrorista que sufría España, el Ministro de la Gobernación decidió crear la Especialidad de "Técnicos Especialistas en la Desactivación de Artefactos Explosivos" dentro de la estructura de la Policía. Este hito tuvo su origen en un hecho terrorista ocurrido en noviembre de 1972, en el hotel Ritz de Barcelona, donde un paquete bomba dirigido a una personalidad de Oriente Medio fue exitosamente desactivado por técnicos de explosivos militares.
Durante la década de los 80 y 90, la unidad desactivó múltiples artefactos explosivos de las bandas terroristas ETA y GRAPO. Entre ellos, el 14 de mayo de 1989 lograron neutralizar en Tudela (Navarra) una furgoneta bomba con unos 50 kilos de explosivo. Ese mismo año, en San Sebastián, desactivaron un coche bomba, y en Sevilla, el 31 de diciembre del año 2000, otro cargado con 161 kg de explosivo.
Asimismo, el 11 de marzo de 2004 los desactivaron en Madrid una de las bombas que no explosionaron en el mayor atentado terrorista ocurrido en Europa, en el que se colocaron trece mochilas bomba en cuatro trenes de cercanías, y que acabó con 192 víctimas mortales y más de 2.000 heridos.
La Policía recuerda a los agentes de la unidad que han fallecido en acto de servicio desde sus inicios, el primero de ellos desactivando un artefacto explosivo en La Laguna (Tenerife). El agente falleció por las heridas ocasionadas mientras intentaba desactivar una bomba colocada por el MPAIAC en una sucursal bancaria el 24 de febrero de 1978. El último suceso de estas características tuvo lugar el 1 de julio del año 1991 con un paquete bomba remitido por ETA a una empresa del polígono industrial de Villaverde y en él fallecieron tres agentes de los TEDAX.
En total han sido 13 los fallecidos de esta unidad a consecuencia de su actividad profesional, doce mientras actuaban ante un artefacto explosivo y uno víctima directa de un atentado terrorista.
La labor de los TEDAX fue reconocida en 1983 cuando le fue impuesta la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Rojo a título colectivo. En 2005 se le concedió la Placa de Honor de la Orden al Mérito Constitucional, mientras que en 2015 fue condecorada con la Orden de Isabel La Católica
