Novak Djokovic es el hombre récord en el mundo del tenis. Es el que tiene más Grand Slams (24), más Masters 1.000 (40), siendo el único que los ha ganado todos ya no sólo una vez, sino dos; el que más veces ha levantado el título de los maestros, las ATP Finals (7), el que más tiempo ha estado como número uno del mundo (428 semanas). Parecen números completamente inalcanzables.
Hace no tanto, a principios de siglo, también se pensaba que a los 14 Grand Slams que tenía Pete Sampras no podía llegar nadie, y lo han hecho tres tenistas de la misma generación, que apenas han dejado las migajas para el resto: Federer fue el primero en llegar a 20, después superado por Nadal, con 22; al que dejó atrás Djokovic, con 24. Por eso el serbio opina en una fantástica entrevista en “GQ”: “La gente dice que nadie batirá nunca mis récords. Pero yo lo dudo. Quiero decir, Carlos [Alcaraz] podría ser el siguiente. Incluso Jannik. Si cuidan su cuerpo, si hacen las cosas de manera adecuada, si se centran en la longevidad, en el largo plazo, entonces pueden hacerlo”.
Alcaraz tiene cuatro Grand Slams en su palmarés, con 21 años. Con 19, ya fue el número uno más joven de la historia. “Ha hecho algo que nadie ha hecho en la historia siendo tan joven. Así que creo que él tiene todas las probabilidades. Creo que lo superará muy pronto”, prosiguió Nole, pero también manda una advertencia al murciano. “Él mismo lo ha dicho, quiere hacer historia. Quiere ser ‘el mejor de la historia’. Respeto ese tipo de mentalidad, en plan: ‘Oye, creo que tengo lo que hay que tener’. Pero quizá sea un poco pronto para pensar en la historia”.
Del “Big 3” ya sólo queda Djokovic en activo. Tiene 37 años y el final está cerca. Reconoce que piensa en ello, pero que el físico y los resultados todavía le acompañan. “Sí que estoy pensando en cómo y en cuándo quiero retirarme. Más en cómo. Creo que si empiezo a perder más, si superar los retos que implican los Grand Slams se convierten en un desafío cada vez mayor, entonces probablemente lo daré por terminado. Pero ahora mismo estoy bien, continuamos”.
Para seguir así, avisa de que se le va a ver poco en el circuito, algo que ya sucedió el pasado año. Va a jugar los Grand Slams y algún torneo de preparación antes, y la Copa Davis. Eso, seguramente, le hará caer en la clasificación y tener cuadros más complicados, lo que puede ser un problema para él, pero también para el que lo vaya a tener enfrente antes de tiempo. Por ejemplo, en este Open de Australia un posible duelo con Carlos Alcaraz sería en cuartos de final, mucho antes de lo habitual.
En la entrevista en “GQ” Djokovic también se pone un poco nostálgico al hablar de Nadal y de Federer. “Las rivalidades son eternas”, afirma, y muestra mucho respeto con sus rivales, aunque admite que no siempre han tenido una relación perfecta. “En privado, si te soy sincero, hay altibajos. Intento ser siempre respetuoso y amable con ellos fuera de la cancha. Pero al principio no tuve esa aceptación, porque salía a la pista diciendo y demostrando que tenía confianza en mí mismo y que quería ganar. Y no creo que eso les gustara a ninguno de los dos al principio. Sobre todo porque la mayoría de los jugadores salían a jugar contra ellos, no a ganar. Y a lo mejor se distanciaron un poco más de mí debido a esa postura tan confiada. Y eso está bien. Lo acepté tal cual. Entendí el mensaje, que era: somos rivales y nada más. Y para ser franco, es muy difícil hacerte amigo durante la temporada. Para ser honesto, si eres el mayor rival y estás constantemente compitiendo, el número uno, el dos y el tres del mundo, pues ser cercano, salir a cenar y hacer viajes con la familia es bastante difícil”.
Esa cena queda pendiente para un futuro, que a Nole le encantaría: “Me gustaría tomarme una copa o dos con ellos y hablar abiertamente de las cosas que les molestan de mí o lo que sea. Me encantaría aprender de ellos y entender en qué pensaban, cómo manejaban ciertas situaciones en la cancha, cómo llevaban la presión del mundo cuando estaban en la cima. Así que espero que en algún tipo de entorno que sea realmente relajante, un día todos podamos abrirnos y reflexionar. Sería estupendo para los tres. Pero también creo que estar los tres reunidos enviaría un gran mensaje a la gente que sigue el tenis y el deporte”.