«Su vida política y su presidencia, para mí, no solo estuvieron adelantadas a su tiempo. Fueron proféticas», expresó el nieto del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, en el último adiós que recibió ayer en Washington D.C. Jason Carter dijo conmovido que su abuelo «tuvo el valor y la fortaleza de mantenerse fiel a sus principios incluso cuando eran políticamente impopulares». Además defendió que Carter, «como gobernador del Estado de Georgia hace medio siglo, abogó por el fin de la discriminación racial y el fin del encarcelamiento masivo. Y como presidente en los años setenta, como ya se ha mencionado, protegió más tierras que cualquier otro presidente en la historia», manifestó.
Este fue uno de los mensajes más brillantes sobre Carter durante tres días de luto, en los que miles de ciudadanos y figuras políticas se acercaron hasta su féretro ubicado en la sede del Capitolio para ofrecer sus respetos a quien dirigió los destinos del país entre 1977 y 1981.
El presidente Joe Biden pronunció un elogio fúnebre en el funeral de Estado, elogiando a Carter por el ejemplo que dio a todos los estadounidenses durante su tiempo en el cargo y después de dejarlo. El demócrata también reflexionó sobre la «profunda amistad» que compartieron.
«Es la fortaleza de entender que todos deben ser tratados con dignidad y respeto... que todos, y me refiero a todos, merecen una oportunidad justa», aseguró el saliente mandatario de Estados Unidos.
El presidente recordó cómo, en abril de 2021, él y la primera dama, Jill Biden, visitaron a Jimmy y Rosalynn Carter en Plains (Georgia) en su hogar. Relató que los Carter los recibieron como familia y que «ese día, solo los cuatro nos sentamos en la sala y compartimos recuerdos que abarcaron casi seis décadas, una profunda amistad que comenzó en 1974».
Biden dijo que aprendió de Carter que «tenemos la obligación de no dar refugio al odio y de enfrentarnos» al «abuso de poder». «No se trata de ser perfectos, porque ninguno de nosotros lo es; todos somos falibles», manifestó. «Pero se trata de preguntarnos si estamos esforzándonos por hacer las cosas correctas».
Biden también señaló que muchos piensan que Carter pertenecía a una «época pasada», pero en realidad «él veía muy bien hacia el futuro». Destacó que Carter lideró los derechos civiles, negoció la paz, defendió la conservación y la energía limpia, y redefinió la relación entre un presidente y un vicepresidente. «Nos mostró cómo el carácter y la fe comienzan con nosotros mismos y luego se extienden a los demás en nuestro mejor momento», expresó el actual inquilino de la Casa Blanca.
Al evento en Washington también asistieron el presidente electo, el republicano Donald Trump, quien dio la mano a Mike Pence, quien fuera su vicepresidente en su primer mandato. Pence, quien ha criticado a Trump por sus esfuerzos para revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, estuvo sentado detrás del presidente electo y la ex primera dama, Melania Trump.
Esta fue la primera vez que Trump y Pence se vieron desde que dejaron la Casa Blanca en enero de 2021. Los dos hombres hablaron por teléfono un par de veces en los meses posteriores a dejar el cargo, pero no lo han hecho en aproximadamente tres años desde entonces.
Los expresidentes Bush, Clinton y Obama también asistieron. La ex primera dama Michelle Obama fue la única esposa de los exmandatarios que no asistió al funeral en la Catedral Nacional de Washington.
Después del evento en la capital, el cuerpo de Carter fue transportado a Plains (Georgia), su pueblo natal para un servicio fúnebre privado junto a su familia.
La presidencia de Carter fue un estudio de contradicciones. El demócrata desempeñó un papel clave en los acuerdos de paz de Camp David entre Egipto e Israel, pero también enfrentó dificultades con el Congreso y los medios de comunicación.
La crisis de los rehenes en Irán resultó ser un factor significativo en su derrota de 1980 ante el republicano Ronald Reagan, aunque su legado creció después de esa derrota.
En 1982 fundó el Centro Carter, que ha desempeñado un papel activo en cuestiones de derechos humanos y prevención de enfermedades a nivel mundial. Los Carter también ayudaron a dar visibilidad a Hábitat para la Humanidad. Finalmente por todo ello recibió su Premio Nobel en 2002. El galardón le fue otorgado «por sus décadas de incansable esfuerzo para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, promover la democracia y los derechos humanos, y fomentar el desarrollo económico y social».