Víctor Elías lleva toda su vida frente a las cámaras,
colándose en los hogares españoles –para después en todo el mundo con el éxito
de ‘Los Serrano’-. Aun así, no se ha abierto siempre ante el público hasta el
punto de poder afirmarse que se ha dejado conocer bien. Poco a poco ha ido
ofreciendo píldoras que le acercan a sus fieles, aunque manteniendo en secreto
alguno de los capítulos más delicados de su vida. Hasta ahora. En uno de sus
arranques de sinceridad inéditos, el actor reconvertido en músico de éxito ha
confesado cómo la adicción al alcohol de sus padres le ha marcado
irremediablemente de por vida. Una enfermedad con la que ha lidiado desde que
era tan solo un niño y que ha moldeado su carácter y forma de ser. Sobre todo
ello se ha desahogado en un libro autobiográfico que seguramente le haya
servido de terapia. En ‘Yo sostenido’ habla de las piruetas que le ha deparado
la vida tras convertirse en “un juguete casi roto”, a lo que no ayudó su
delicada situación familiar.
El marido de Ana Guerra y primo de la Reina Letizia ha
querido poner sobre el tapete informativo los momentos más destacados de su
existencia. No esconde lo malo, pues esto también ha ayudado a dar forma a
quién es en la actualidad. Lo que en su día experimentó como un trauma, ahora
valora por cómo le ayudó a madurar, aunque le arrastró a caer él mismo en las
drogas, desde que tenía 20 años. Y es que la vida para un niño famoso nunca es
sencilla, pero la suya tampoco lo era antes de que el público creyese saberlo
todo sobre él.
Pero lo que nunca había compartido hasta ahora es cómo su
infancia ha estado marcada por dos padres que abusaban del consumo del alcohol
para huir de sus propias realidades, lo que irremediablemente le situaba en una
posición de vulnerabilidad afectiva. Sus progenitores no eran iguales, él más
discreto y ella más histriónica, según les recuerda, pero ambos cayeron en la
misma oscuridad: “Con mi madre sabías que, si salía una noche, posiblemente iba
a discutir con la mitad de la profesión”. Pero el alcoholismo de padre, según
el músico, alimentaba las ansias de beber de ella: “A mi madre, que mi padre
bebiese, le sacaba de sus casillas y optaba también ella por beber todavía más.
Era un círculo vicioso del que creí que saldríamos tras la separación, pero no
fue así”, se descubre ante sus fans en su libro.