Mercadona ha decidido transformar su sistema en las pescaderías con un objetivo claro: fomentar el consumo de pescado, un hábito que, según fuentes de la empresa, ha disminuido en al menos un 20% en los últimos años. Este cambio responde a la necesidad de adaptarse a los nuevos patrones de compra de los consumidores, que ahora priorizan la comodidad y la rapidez en sus elecciones de productos alimenticios.
En este nuevo modelo, la tradicional exposición del pescado fresco entero, tan característica de las pescaderías, se reducirá, aunque no desaparecerá. En su lugar, Mercadona apuesta por ampliar el área de neveras con productos envasados y listos para llevar. Este enfoque busca ofrecer una experiencia de compra más ágil y cómoda, donde el cliente pueda elegir una bandeja de pescado preparado sin necesidad de esperar colas o interactuar en mostrador.
La empresa asegura que este cambio no afectará a la calidad ni la frescura de los productos. "El surtido y la frescura de los productos continúan siendo de máxima calidad", señalan desde Mercadona. Además, esta transformación se implementará de manera progresiva en todos los supermercados de la cadena valenciana a nivel nacional, siguiendo un modelo similar al de su exitoso servicio de comida lista para llevar.
Esta nueva estrategia busca responder a un consumidor que demanda soluciones rápidas y prácticas en su día a día. Al eliminar el tiempo de espera en la pescadería tradicional, Mercadona pretende ofrecer una alternativa que se ajuste mejor al ritmo acelerado de la vida moderna, sin sacrificar la variedad ni la frescura que caracterizan a sus productos.
El cambio, además, refuerza el compromiso de la cadena con la innovación y la adaptación a las tendencias del mercado. Mercadona ha sido pionera en múltiples ocasiones al implementar estrategias que luego se convierten en estándares del sector.