La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha comenzado el año con una frenética carrera de enfrentamientos que promete no dejar títere con cabeza. Al choque con el ala socialista y el combate frontal contra el ministro de Economía a cuenta de la reducción de jornada, ha sumado ahora las amenazas contra una de las enseñas empresariales españolas: El Corte Inglés.
Díaz parece que quiere dar ejemplo con el ataque a una gran empresa conocidas por todos y ha amenazado al grupo comercial que preside Marta Álvarez de una actuación directa e inmediata de la Inspección de Trabajo para revisar las jornadas realizadas en Navidad por los trabajadores de El Corte Inglés, después de que se concentraran esta semana con una convocatoria del sindicato anarco-sindicalista CGT, coincidiendo con el primer día de rebajas, para exigir "mejoras laborales urgentes" y denunciar unas condiciones de trabajo que consideran "obsoletas y perjudiciales".
Lo hicieron frente al centro comercial de la calle Goya, en Madrid, para exigir la eliminación de las jornadas laborales "abusivas", impuestas desde un acuerdo de 2017, y que, según el sindicato, "obligan a los empleados a trabajar hasta 10 horas diarias, hasta 11 días sin librar y en algunas temporadas, alcanzar las 60 horas semanales".
"Quiero mandar mi apoyo a las trabajadoras del Corte Inglés que están en huelga. La inspección revisará las jornadas realizadas por las trabajadoras y trabajadores. Ningún periodo de Navidad justifica un recorte en derechos laborales", ha señalado Díaz en su cuenta de la red social 'X', que recoge Europa Press.
El sindicato anarquista también exigió en la concentración la eliminación de la gratuidad en domingos y festivos, que no tiene ningún complemento salarial diferenciado ni una remuneración adicional, lo que considera una "injusticia que debe ser corregida para reconocer el sacrificio y la disponibilidad de los trabajadores en jornadas especiales".
Esta misma semana, la vicepresidenta segunda volvió a lanzarse en tromba contra el ministro de Economía tras acusarle de vetar el acuerdo entre Trabajo y los sindicatos para reducir la jornada hasta las 37,5 horas semanales. "Es algo muy grave que desde Economía se impida que este acuerdo del diálogo social llegue a ser discutido en el Consejo de Ministros porque es un compromiso adquirido por el Gobierno". Suma y sigue.
