Retos inmensos. Este es el futuro que presagian los economistas sobre la economía española, tal y como ha mostrado el "Barómetro Económico", correspondiente al segundo semestre de 2024, presentado este jueves por el Consejo General de Economistas (CGE).
"Hay una percepción de que los retos son inmensos en el tema de la vivienda, la gestión de la inmigración o la persistencia del déficit", ha afirmado el presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich. Por tanto, considera que es "imprescindible avanzar en un calendario claro de reformas estructurales y diseñar presupuestos alineados con la realidad social y económica percibida".
Al igual que en años anteriores, el pesimismo sobre el futuro de la economía española sigue latente entre los economistas. El 51,2% de ellos considera que en los siguientes seis meses la situación económica en España empeorará, mientras que apenas el 16,7% prevé una mejora. Asimismo, si se compara con la situación económica que había seis meses atrás, cuatro de cada diez encuestados observan que en la actualidad es peor o mucho peor.
Los más pesimistas sobre la situación actual y el futuro son aquellos que tienen 30 años, y es que el 88,9% anticipa un empeoramiento. Por el contrario, los mayores de 60 años son los más optimistas, puesto que un 18% que cree que la economía nacional mejorará en el próximo semestre.
En lo que respecta al desempleo, ha habido un "cambio de tendencia" respecto al barómetro anterior. El 41,4% de los economistas opina que el desempleo se mantendrá en los niveles actuales –frente al 20,6% del año pasado–, mientras que un 35,2% anticipa un aumento moderado respecto al 63,7% que apuntaba a una tendencia al alza en el "Barómetro Económico" correspondiente al segundo semestre de 2023.
Asimismo, en cuanto a las posibilidades de ahorro, más de la mitad estima que no podrá ahorrar en los próximos seis meses, mientras que solo el 40,6% cree que podría mejorar.
Los economistas señalan un año más que los factores que más lastran la competitividad de la economía española con respecto a los países del entorno son la presión fiscal y el incremento de los costes salariales. Así lo asevera el 74% y el 72% de los economistas, respectivamente.
El director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, considera que la presión fiscal en España "es muy elevada", lo que supone una barrera crítica sobre todo para los autónomos, los desempleados y las pymes. Es por ello, que Marín ha destacado que es necesario "trabajar en un equilibrio que permita fortalecer a las empresas" en estos aspectos que merman la competitividad e impulsar "una cierta priorización en la solución de los mismos".
Además de estos factores, casi siete de cada diez economistas consideran que las nuevas reformas e impuestos en sectores estratégicos como banca y energía no son favorables para la competitividad de nuestro país.
En la presentación realizada este jueves, el presidente del Consejo General de Economistas (CGE), Valentín Pich, no cree que sea "conveniente" una "batalla" entre los Ministerio de Trabajo y Economía en temas como la reducción de la jornada.
No obstante, Pich opina que el Ministerio de Economía tiene "una visión global", por lo que considera que se debe escuchar, "especialmente", al ministro Carlos Cuerpo: "Su papel es tener una visión global, no de un sector, sino del conjunto de sectores".
Y es que aunque en España existen sectores "muy productivos", al ser un país de servicios, "donde resulta que la productividad en algunos servicios es muy baja, como la productividad es muy baja, se necesitan más horas para producir lo mismo".
Por ello, Pich considera que puede ser "delicado" impulsar una combinación de "incrementos del impuestos sobre el factor trabajo, junto con una subida de costes". "Esto no va a facilitar ni la creación de empleo ni la mejora y, además, puede incentivar un tema que en este país estamos avanzando, que es el trabajo sumergido", ha advertido.
