El Informe CYD 2024 sobre la universidad española aportó esta mañana datos esclarecedores. En el curso académico 2022-2023, un total de 201.759 estudiantes obtuvieron una titulación de grado en el sistema universitario español, 153.119 de máster y 11.784 de doctorado. Las universidades privadas están tomando protagonismo ya que egresan de ellas el 20,3% de los titulados de grado y el 52,6% de los de máster superando, por primera vez, en este nivel el número de titulados en las universidades públicas. En doctorado, el peso relativo de las privadas es del 6,2%.
Destaca que las mujeres representan la mayoría de los titulados universitarios. Sin embargo, su participación se reduce al aumentar el nivel académico. Representan el 60,9% de los egresados de grado, el 59,8% de los de máster y el 49,8% de los de doctorado.
En cuanto a los titulados de nacionalidad extranjera, se da una situación inversa: suponen el 25,7% de los graduados de doctorado, el 24,2% de los de máster y el 5% de los de grado.
Los ámbitos de negocios, administración y derecho (19,3% del total de titulados), salud y servicios sociales (17,6%), y educación (16,7%) son los más destacados en grado. En máster, destaca educación, con el 30,6% del total de graduados –especialmente debidos al máster habilitante para ser profesor de secundaria–, seguido de lejos por negocios, administración y derecho (20,9%). En doctorado, sobresalen los ámbitos de ciencias (23%) y salud (19%). La mayor participación de las privadas sobre el total se da en los ámbitos de educación, salud y negocios, administración y derecho. En el otro extremo se encuentran los ámbitos de ciencias e ingeniería, industria y construcción.
En 2022, el porcentaje de graduados universitarios en España en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) fue del 18,7%, frente al 26% europeo. De hecho, el dato español fue el cuarto más reducido entre los 27 países de la UE y estuvo muy lejos de Alemania, líder con el 36%, y de Finlandia o Francia (en torno al 29%). Además, en la última década (2013-2022), España ha experimentado una disminución de más de seis puntos porcentuales en estas áreas, mientras que la UE-27 ha aumentado su porcentaje en 1,2 puntos.
La reducción española se debe principalmente a la disminución del peso relativo de los titulados en ingeniería, industria y construcción, con una caída de 5,6 puntos. La proporción de titulados en estos ámbitos STEM respecto a la población de 20 a 29 años era de 13,9 por mil en España frente al 19,9 por mil de la UE, superando los registros de únicamente seis países de los 27. En la última década la ratio disminuyó casi un punto en España, mientras que en la UE mejoró 3,5 puntos.
Según explicó Montse Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD, «la baja participación en STEM afecta negativamente a la competitividad económica de España y ralentiza el desarrollo tecnológico y científico del país. Entre las posibles causas se encuentra una promoción insuficiente en la educación secundaria, donde los estudiantes pueden no recibir la orientación adecuada sobre las oportunidades y beneficios de las carreras STEM. Además, éstas suelen percibirse como más difíciles y exigentes, lo que puede desanimar a los estudiantes. Métodos de enseñanza poco atractivos y la persistencia de estereotipos de género, que disuaden especialmente a las mujeres, también pueden ser factores que contribuyan a la baja participación en estas áreas. Además, la percepción de que existen pocas oportunidades laborales en STEM en España, en comparativa internacional, junto con condiciones salariales no suficientemente atractivas y la baja inversión en investigación y desarrollo en nuestro país, pueden limitar aún más la preferencia por estos campos».
En España, el 41,1% de la población de entre 25 y 64 años tiene estudios superiores, 6,3 puntos por encima del dato de la UE. Mientras que el 35,8% tiene estudios como máximo obligatorios, el segundo valor más elevado entre los 27 países de la UE (dato promedio del 20,2%), el 22,7% posee estudios postobligatorios no terciarios, el valor más bajo de la UE y el 10% tenía un grado medio de formación profesional, frente al 34,8% de la UE.
El Informe CYD pone de relieve que existe una correlación directa entre el nivel de estudios y las tasas de actividad y empleo, y una correlación inversa con la tasa de paro. No obstante, al comparar la situación con otros países de la UE, España registra peores condiciones laborales: en 2023 la tasa de empleo de los graduados superiores fue del 83,7% frente al 87,6% de la UE, y la tasa de paro fue del 6,8% frente al 3,5% europeo.
Entre los ocupados, se observa que, a mayor nivel educativo, menor es la proporción de trabajadores a tiempo parcial o con un contrato temporal, y mayores son los ingresos obtenidos. En 2023, la renta media equivalente de los graduados superiores en España fue de 27.101 euros, un 64,7% superior a la de quienes solo alcanzaron estudios obligatorios, y un 34,8% más alta que la de los graduados en estudios postobligatorios no terciarios. Estas primas salariales, no obstante, son inferiores a las que presenta la Unión Europea, en promedio, del 74,5% y del 45,4%, respectivamente. En todos los casos, la renta media equivalente en la UE supera a la española (31.447 frente a los 27.101 euros mencionados en el caso de los graduados superiores).
Las condiciones de inserción laboral son menos favorables para las mujeres que para los hombres: en España ellas presentan una menor tasa de actividad, en 3,9 puntos, y de empleo (6,1), una mayor tasa de paro (2,6 puntos), y más porcentaje de trabajo a tiempo parcial (14,3% para ellas y 4,4% para ellos), más temporalidad (17,9% frente a 11,4%) y menores ingresos (un 4,9% inferiores). En este último aspecto (ingresos), la brecha de género era menor en nuestro país (4,9%) que en el promedio europeo (9,8%).
En 2023, más de la mitad de la población de 25 a 64 años en Madrid (50,5%) y el País Vasco (55,7%) tenían estudios superiores, siendo las comunidades autónomas con los porcentajes más altos de España. La tasa de empleo para los graduados superiores se movía entre el 75% y el 87%, con los valores más altos en Cataluña (86,8%), La Rioja (86,6%), el País Vasco (86,2%) y Madrid (86,2%).
La tasa de paro de los graduados superiores de 25 a 64 años en 2023 presentaba porcentajes del 4,3% en el País Vasco, del 5% en Cataluña, del 5,3% en La Rioja y del 5,5% en Aragón, que contrastan con los máximos del 9,7% en Canarias y el 10,4% en Andalucía y Extremadura.