Este sector ha sido gravemente afectado por múltiples cuestiones que han deteriorado tanto el servicio que se ejerce por parte de los profesionales como las condiciones económicas de este hidrocarburo. La bombona de butano, con su color naranja tan característico, se enfrenta en los próximos días a una nueva modificación en su coste de venta. Aunque, en realidad, si analizamos en perspectiva este suceso, no es más que el resultado cosechado durante años y años de subida de precio.
En este contexto, los factores que intervienen frontalmente para la consecución de este asunto quedan delimitados por la situación laboral. Los impuestos y las cargas fiscales son la primera secante que corta a esta materia. Todo ello, junto a las políticas impositivas, conforman parte de la agenda común que siguen nuestros partidos y, de este modo, afectan consecuentemente en esta variación porcentual. Asimismo, la cotización internacional de los hidrocarburos contribuye a lo ya mencionado, el precio de esta materia prima se ve condicionado por las tendencias del mercado global.
Por tanto, también hay que destacar el papel que juega la ley de la oferta y la demanda arropada por el gélido clima del invierno. Este compuesto químico ha sido uno de los motores principales de la energía de nuestros hogares. Aunque, en la actualidad, su uso se haya visto más reducido por la introducción de nuevas energía, sobre todo de intereses renovables, la realidad sigue acechando sobre su influencia.
Es frecuente el empleo de dicho recurso en las áreas más añosas y las zonas rurales donde las tareas rutinarias del hogar se ven subordinadas por su apariencia, desde cocinar hasta contar con agua caliente y calefacción. Es por eso que, orientado a las personas menos adineradas, su coste debe ser accesible y debe responder al derecho de todos los españoles.
La última resolución del Boletín oficial del Estado que se encargó de revisar el precio de este combustible fue publicada el 19 de noviembre del año pasado. Dentro de lo estipulado encontramos una subida de 68 céntimos con respecto a la cifra anterior. En este apartado se señaló a la cotización internacional como el principal causante de esta modificación, que subió un 9,05%. La intervención del estado con respecto al butano permite variar en un plazo de dos meses un máximo del 5%, tanto de subida como de bajada, en el nuevo precio establecido.
Por lo que, teniendo esto en cuenta, la subida que se intuye no será catastrófica al menos durante el primer trimestre del año. La próxima revisión está programada para el 21 de enero de 2025, por tanto, en cuestión de días resolveremos el enigma que hoy nos concierne. Examinando la posible nueva cifra, frente a los 16,61 euros implantados hoy en día por la bombona de 12,5 kilogramos, se prevé que la nueva suma ronde los 17 euros aunque solo el tiempo lo dirá. Desde luego lo que no se contempla es un número similar al ya establecido, la variación es inevitable.
Para hacer frente al agujero del bolsillo que puede suponer esta subida existen ciertos trucos para tratar de reducir significativamente el consumo en nuestra rutina:
