Para sorpresa de muchos, el Consejo Superior de Deportes (CSD) estimaba ayer la medida cautelar urgente solicitada por el FC Barcelona y por los jugadores culés Dani Olmo y Pau Víctor, una medida de "carácter provisional hasta que se resuelva definitivamente el recurso de alzada presentado por el club y los citados futbolistas".
Así lo indicó el propio CSD en una nota de prensa, al respecto de su decisión que "suspende el Acuerdo de la Comisión de Seguimiento del Convenio de Coordinación RFEF-LaLiga, de fecha 4 de enero de 2025, y la cancelación de las licencias deportivas de los referidos jugadores".
Una decisión que pillaba a Laporta en Yeda (Arabia Saudí) en las horas previas a la semifinal de la Supercopa de España y ante la que no tardaría en reaccionar con una vergonzosa actitud más propia de un hooligan que de un presidente de uno de los clubes más importantes de España.
Allí, Jon Uriarte, presidente del Athletic Club, tildó la decisión del CSD de «esperpéntica», definición que aterrizó en el seno del Barça para enfrentar todavía más a dos directivas que hace tiempo que no se tragan. «Es una decisión provisional tomada por un órgano político y ahora son LaLiga y la Federación quienes deberán defender la decisión que tomaron», insistió el dirigente rojiblanco en los micrófonos de Movistar.
Pero lo peor estaba por llegar y el show de Laporta sumaba un nuevo capítulo bochornoso al caso Dani Olmo. Tras conocer la decisión el presidente blaugrana no dudó en celebrarla con un corte de mangas que captaron las cámaras de TV3 y que no tardaría en volverse viral.
Pero la vergonzosa actitud de Laporta, amenazado con un moción de censura, no se quedaría ahí.
Ya en el palco, el presidente del Barça abrazó con euforia a Dan Olmo mientras comenzó a gritar al aire «¡Hijos de puta, hijos de puta!». Según los testigos, citados por Marca y Cope, el mandatario culé mostró una actitud violenta y comenzó a insultar a varios directivo de la RFEF y a presidentes de las territoriales a los que llamó "sinvergüenzas, cobardes y acojonados". Después de los insultos, el máximo mandatario culé comenzó a golpear varias sillas y tiró una butaca de una patada mientras los asistentes no daban crédito.
Asimismo, según El Larguero, el máximo representante azulgrana se mostró muy alterado mientras los señalaba con el dedo y les decía “habéis sido vosotros”, acusándoles de su negativa a inscribir a Olmo y Víctor. Tras estos sucesos, varios miembros de la RFEF abandonaron el palco.
Tras imponerse al Athletic, el FC Barcelona ya espera en la final de la Supercopa al Real Madrid que deberá ganar al Mallorca si quiere tener opciones de llevarse el título pero de momento los culés ya celebran su doble victoria. "Dos éxitos en un día ahora a por el título" fue el mensaje que envió el asesor de Laporta Enric Masip tras el encuentro. Tampoco dudó en mandar un mensaje mandó un mensaje al barcelonismo, muy critico en los últimos días con Laporta: "los que se quieran subir al carro para luchar, perseverar y ganar que lo den todo, no se escondan y las cosas acabarán saliendo".
Ahora solo queda saber si Flick alineará a Dani Olmo para la final. La polémica está servida.