Esta semana ha comenzado el juicio contra una pareja alemana acusada de asesinar a una refugiada ucraniana de 27 años, y a su madre, de 51, para quedarse con el bebé de la primera. Aunque los acusados no han aparecido durante la primera sesión del juicio ante la corte del distrito de Mannheim, al suroeste de Alemania, sí han reconocido los hechos. Su equipo legal ha leído una declaración donde aseguran arrepentirse del crimen, al que califican como "un gran error".
Según la versión ofrecida por la fiscalía, la pareja, conformada por una mujer de 43 años, y un hombre de 44 años, llevaba tiempo buscando tener una hija, no obstante sus deseos se vieron frustrados tras sufrir varios abortos y someterse a tratamientos de fertilidad sin éxito. El deseo de tener una hija habría sido el móvil del crimen, aunque ya contaban con cuatro hijos, uno de ellos común. De esta forma, los acusados se unieron a un grupo de Telegram de refugiados de la Guerra Ucrania, ofreciéndose aprestar ayuda con labores de traducción.
Fue en este grupo de mensajería instantánea a partir del que entraron en contacto con las víctimas, que vivían en un centro para refugiados ucranianos en la ciudad de Wiesloch. La joven de 27 años buscaba ayuda de cara su inminente parto, y finalmente dio a luz en febrero. Al conocer la noticia, la pareja planeó secuestrar a la recién nacida, y hacerla pasar como suya. Tan solo unas semanas después, los acusados acudieron a un restaurante junto a la madre, la abuela y la menor, donde aprovecharon para sedarlas. Cuando la mujer de mayor edad comenzó a sentirse mal, el hombre se ofreció a llevarla al hospital, dirigiéndose en realidad hacia un lago, donde acabó con su vida golpeándola varias veces en la cabeza, antes de arrojar su cuerpo al agua.
La fiscalía alemana cree que a continuación la pareja convenció a la joven ucraniana de que su madre había sido ingresada, logrando llevarla junto a la bebé hasta las proximidades de un río. Allí la asesinaron y se deshicieron del cadáver calcinándolo. Fue precisamente el hallazgo del cuerpo unos días después el que llevó a los agentes a iniciar una investigación que les condujo hasta los presuntos culpables.
Estos fueron arrestados el 13 de marzo, y la policía se llevó a la menor de tan solo cinco semanas al hospital, donde un test de ADN confirmó su parentesco con la mujer ucraniana. La menor se encuentra bajo la custodia de los servicios sociales, y la pareja ha sido acusada de dos cargos de asesinato, uno relacionado con el secuestro. El juicio comenzó este martes, y en él los abogados de la Defensa leyeron un manuscrito en el que hombre y presunto autor material de ambos asesinos, asegura: "Me arrepiento de todo lo que he hecho (...) realmente queríamos tener una hija juntos, ese era el deseo más ferviente de mi esposa".