Los fabricantes de automóviles en China implementaron una reducción del 10% en los precios de los vehículos eléctricos puros (VE) durante el pasado mes de diciembre, con el fin de estimular las entregas a los compradores y optimizar las ventas anuales.
Esta táctica ha provocado una intensa batalla comercial entre las decenas de marcas asiáticas que podría resultar en la exclusión de los productores menos eficientes en 2025.
El coste medio de un vehículo eléctrico de batería (BEV, por sus siglas en inglés) ha caído en 24.000 yuanes (3.142 euros), alcanzando los 225.000 yuanes (29.460 euros), según indicó Cui Dongshu, secretario general de la Asociación China de Turismos (CPCA, por sus siglas en inglés).
Este tipo de ajuste es excepcional en el principal mercado automovilístico y de vehículos eléctricos a nivel global. «Numerosos modelos nuevos han sido introducidos a precios más bajos, lo que ha llevado a una revalorización generalizada en el sector», aseguró Cui. «Los recortes han sido implementados de manera decidida», añadió.
Estas rebajas significativas en los precios de los coches eléctricos, combinadas con una fuerte subvención estatal de 20.000 yuanes (unos 2.618 euros) por unidad, han catapultado las ventas de BEV el pasado mes de diciembre, con al menos seis grandes empresas, como BYD, Nio, Xpeng, Li Auto, la marca Zeekr de Geely y Leapmotor, reportando cifras récord en entregas mensuales.
La subvención destinada a reemplazar automóviles de combustión interna por vehículos eléctricos estuvo en vigor desde julio hasta diciembre, lo que provocó que los consumidores se apresuraran a formalizar contratos antes del cierre del año.
Se espera que Pekín revele nuevos incentivos a la adquisición de vehículos eléctricos en el transcurso de este año para estimular las ventas de automóviles de pila en 2025, aunque este anuncio no se producirá hasta la clausura de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional en marzo.
Según datos de la CPCA, el año pasado se registró una reducción de precios en nada menos que 227 modelos, tanto eléctricos como de gasolina, un notable incremento frente a la bajada del precio de 148 modelos en 2023. En 2022, solo 95 vehículos fueron comercializados con descuentos significativos.
La tasa de adopción de vehículos eléctricos en el país ha superado el umbral del 50% desde julio, consolidando a China como responsable de aproximadamente el 60% de las ventas globales de automóviles puramente eléctricos e híbridos, tanto enchufables (PHEV) como recargables.
No obstante, las proyecciones para el sector de vehículos eléctricos continúan nubladas por el exceso de capacidad.
Según Goldman Sachs, los fabricantes chinos pueden alcanzar una capacidad de producción de aproximadamente 20,2 millones de unidades anuales.
Tomando en cuenta la estimación de la CPCA, que prevé la venta de 10,68 millones de automóviles en 2024, se evidencia que apenas se ha utilizado la mitad de esta capacidad.
Paul Gong, analista de la entidad financiera UBS, comentó al rotativo hongkonés «South China Morning Post» que el medio centenar de grandes fabricantes de vehículos eléctricos de China continental iniciará una nueva guerra de descuentos a partir de enero con el fin de ampliar su cuota de mercado lo máximo posible de acuerdo a las cuentas de resultados de las firmas.
En este contexto, BYD, el mayor fabricante de este tipo de automóviles a nivel global, adelantó la reducción de precios de sus modelos básicos, una decisión que podría intensificar la presión financiera sobre los productores más pequeños.
A finales de diciembre, anunció una rebaja del 11,5% en el precio de su SUV híbrido Sealion 05, fijándolo en 99.800 yuanes (unos 13.065 euros), con la promoción vigente hasta el 26 de enero.
Actualmente, solo tres ensambladoras chinas de vehículos eléctricos –BYD, Li Auto y Aito, respaldada por Huawei Technologies– reportan rentabilidad, según datos del sector.