El presidente del tribunal del jurado que juzgó a los dos acusados del asesinato del hostelero Guillermo Castillo, en Cuzcurrita del Río Tirón (La Rioja) ha impuesto una pena de 27 años de cárcel para cada uno de ellos y ha desestimado la petición de prisión permanente revisable que solicitaban las acusaciones particulares ejercidas por los hijos de la víctima, informa Efe. El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) ha informado en un comunicado del fallo del magistrado que presidió el proceso.
Cada uno de los dos asesinos ha sido condenado con 23 años de prisión por el delito de asesinato y 4 más por un delito de robo en casa habitada, además de 10 años de libertad vigilada, el no poder aproximarse a 500 metros de los hijos de la víctima durante 5 años y abonar una indemnización de 311.192 euros.
A juicio del magistrado no se dan las circunstancias exigidas para imponer la prisión permanente revisable, como pedían las acusaciones particulares ejercidas por los hijos de este hostelero, que incidían en su vulnerabilidad, ya que se trataba de un hombre de 78 años al que los acusados mataron a golpes para robarle.
El magistrado explica que para aplicar la prisión permanente revisable se tienen que dar alguna de las siguientes circunstancias: que la víctima sea menor de dieciséis años de edad, o se trate de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad.
En la sentencia fundamenta que aunque Guillermo Castillo contaba con 78 años de edad, no afectaba en “su capacidad de vida independiente, lo mismo que las enfermedades que padecía, no eran incapacitantes ni le colocaban en una situación de especial vulnerabilidad respecto a terceras personas, más allá de las propias de la edad" por lo que no atiende la petición de los hijos.
El fallo recuerda que la muerte de este hostelero se produjo la noche del 1 al 2 de mayo de 2023, cuando los dos acusados se trasladaron de Logroño a Cuzcurrita del Río Tirón donde residía el hostelero; uno de estos hombres había tenido relación en el pasado con el hostelero y creía que Castillo guardaba una gran cantidad de dinero en su domicilio.
Cuando el hostelero abrió la puerta a estos dos hombres, al reconocer a uno de ellos, empezaron a propinarle múltiples y brutales golpes. Seguidamente le pusieron unas esposas y le encerraron en el aseo de la planta baja de la casa. Los acusados registraron minuciosamente la casa, pero no hallaron dinero y se llevaron lo que la víctima tenía en la cartera.
Ambos abandonaron la casa pasadas la una de la mañana dejando malherido al hostelero, que según los informes forenses murió entre las 03:00 y las 07:00 horas del 2 de mayo a causa de un traumatismo craneoencefálico con hemorragia intracraneal.