El magistrado Leopoldo Puente, que instruye en el Tribunal Supremo la causa por la supuesta revelación de datos privados y reservados del novio de Isabel Díaz Ayuso, ha pedido a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que recupere los mensajes y llamadas del teléfono móvil que falta del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, imputado por su supuesta responsabilidad en la revelación de secretos.
Como deja claro en el auto al que ha tenido acceso LA RAZÓN el instructor ordena a las dos compañías telefónicas a las que pertenecen las dos tarjetas SIM que utiliza García Ortiz, una personal a su nombre y otra profesional a nombre del Ministerio de Hacienda, para que entregue "los datos de tráfico de llamadas emitidas y recibidas" y la información de los "titulares" de las líneas que "recibieron o emitieron" estas llamadas.
Así como "los paquetes de datos emitidos o recibidos" con la identificación del "receptos y emisor" desde el 8 de febrero hasta el 14 de marzo del pasado año, que es el periodo de tiempo en que se fraguó la elaboración del comunicado sobre las conversaciones entre el abogado de Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, y el fiscal de delitos económicos Julián Salto de cara a alcanzar un pacto de conformidad en relación a los dos delitos fiscales por los que se investiga al empresario y a cambio de que este evitase una pena de cárcel.
Libra oficio a la UCO para informe si es posible "recuperar el contenido de las aplicaciones de mensajería instantánea", Whatsapp, en aquellos días y asociados a los número de teléfonos de las líneas de las dos tarjetas telefónicas.
Los investigadores confirmaron el pasado viernes que el fiscal general "cambió de móvil" una semana después de convertirse en investigado ante el alto tribunal y seis días antes de que esta Unidad entrase en su despacho de la Fiscalía General del Estado para incautar sus dispositivos y correos electrónicos.
De ahí que no hallaran mensajes en el dispositivo que encontraron en el registro porque era el nuevo, que no empezó a utilizar hasta el pasado 23 de octubre.
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