Era su segunda Pascua Militar y volvió a ser la protagonista. La Princesa de Asturias, vestida con uniforme de gala de la Armada, centró todas las miradas de los invitados y también ocupó parte del discurso del Rey Felipe VI, su padre, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Y es que la heredera se encuentra a punto de dar uno de los pasos más importantes en su carrera militar. El próximo 11 de enero, la Princesa Leonor marcará otro hito en el proceso de su formación militar al embarcarse en el crucero de instrucción «Juan Sebastián de Elcano». En su travesía conocerá, de primera mano, la «huella española» en el continente americano.
Ante este momento, el Monarca reivindicó a su hija en el discurso pronunciado ante la cúpula de los dos Ejércitos, de la Armada y de la Guardia Civil. En concreto, puso de relieve su «admiración y gratitud» hacia la Princesa y la deseó el mayor de los éxitos. Recordó que él también tomó el mismo camino hace 38 años. Ahora, es el turno de su hija, quien está llamada a ser la Capitán General de las Fuerzas Armadas. «Una experiencia, querida Leonor, que muy seguramente quedará, como me pasó a mí y también a tu abuelo, entre tus mejores recuerdos de formación militar», le expresó.
Además, el Rey quiso aprovechar para dejarle una enseñanza previa de lo que ella misma comprobará en los próximos días. «La mar es un aprendizaje y desafío permanente, en ocasiones intransigente y crudo, sin margen para excusas. Y el continente americano, sus países, sus costas y sus culturas, que empezarás a conocer, con tanta huella española, te enseñará mucho de lo que fuimos, y también somos», dijo Felipe VI. Para terminar, el Rey alentó a su hija en la «experiencia marinera y humana que ofrece» el viaje. «Os seguirá valiendo como me ha valido a mí para toda la vida», garantizó.
La ministra de Defensa anticipó también el éxito del viaje de la Princesa. «Dejará el pabellón de España muy alto, como todos los guardiamarinas», destacó Margarita Robles.
Doña Leonor llegará a Cádiz este miércoles y embarcará junto al resto de sus compañeros en el velero. Durante tres días vivirán a bordo en puerto para habituarse a la vida a flote. El 11 de enero comenzará la instrucción en Cádiz, desde donde partirá con destino a Santa Cruz de Tenerife y, tras cuatro días allí, pondrá rumbo a Las Palmas.
El 23 de enero dirán adiós a territorio nacional y comenzará la verdadera travesía e instrucción, la cual los llevará a ocho países y nueve puertos: Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Panamá (Panamá), Cartagena de Indias (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos), donde el buque estará entre el 5 y el 10 de junio.
Durante prácticamente cinco meses la guardiamarina de primero Borbón Ortiz será una más de la dotación del buque escuela de la Armada, compuesta para esta edición por 248 efectivos, de los que 76 son guardiamarinas.
Eso sí, no hará el crucero completo, pues una vez el buque emprenda su regreso a España –desde Nueva York a Gijón–, ella volará a nuestro país para continuar, durante el mes que dura la travesía, formándose en una fragata en este periodo marino. Aunque se reenganchará en dicha ciudad asturiana para completar el último tramo hasta la Escuela Naval de Marín (Pontevedra) el 14 de julio.
Durante el tiempo que la Princesa esté a bordo cumplirá un intenso programa de instrucción como parte de su plan de estudios de tercer curso, con asignaturas de navegación, astronomía, meteorología, operaciones anfibias, apoyos y servicios de combate y maniobra, derecho marítimo, táctica y sistemas de armas.
Además, aprenderá el manejo de los instrumentos de navegación o léxico marinero, entre otras lecciones, dentro de las dieciocho asignaturas que estudiará la Princesa a lo largo de este largo periodo de formación castrense.