El PP empezará el curso político intentando apuntalar su estrategia de consolidación como alternativa a Pedro Sánchez. Con una foto unitaria en Asturias, el presidente Alberto Núñez Feijóo buscará mostrar este fin de semana unidad y política de gestión en las comunidades donde gobierna frente a un Ejecutivo incapaz de controlar la agenda por los casos de corrupción que le afectan.
Los populares contraprogramarán la conmemoración de los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco, que el Gobierno ha preparado para iniciar el año y tratar de cambiar el foco mediático y movilizar a la izquierda. A pesar de ello, en el PP no confían en que Pedro Sánchez pueda «ocultar» así las «sombras» que le persiguen.
El presidente del PP iniciará una «gira» paralela a la que empieza este miércoles el presidente Sánchez con el objetivo de mostrar las diferencias y prioridades que ocupan al PP –que ha puesto en el centro la Vivienda–y las que «entretienen» al PSOE –para «tapar sus vergüenzas»–, dicen las fuentes consultadas por este periódico. Si Sánchez apuesta por ensalzar el pasado, Feijóo alabará la Transición y la Constitución en la nueva ruta que prevé desplegar a partir de la próxima semana, compaginando el trabajo parlamentario con la presencia en las calles. El presidente del PP, explican en su partido, multiplicará su cercanía en las comunidades autónomas tanto para explicar su proyecto como para fomentar una figura de consenso frente a un Gobierno que, dicen, quiere seguir dividiendo a la sociedad en dos bandos.
Además, los populares se centrarán a partir de ahora en explicar su política fiscal y de vivienda –que verá la luz en los próximos días en el Congreso de los Diputados– con el objetivo de visibilizar ese proyecto de país frente a un Gobierno instalado en los actos por la muerte del dictador.
Hay que tener en cuenta que los populares también están en la tarea de engrasar la máquina orgánica del partido por si por sorpresa pudiera haber elecciones fuera del calendario previsto.
El presidente del PP ya pidió a sus barones estar en alerta y mantener al partido y a la militancia tensionada ante esta posibilidad. Es por eso que quiere seguir probando la «mayoría alternativa» en el Congreso para demostrar que no solo tiene que conformarse con conseguir los votos de Vox, sino que los populares amplían su cartera de pactos a partidos como Junts o PNV.
De hecho, los fontaneros del partido creen que hoy en día Feijóo ya está «robando» voto entre bloques, esto es, logrando fidelizar a electores de izquierdas.
Con el objetivo de mostrar la transversalidad del partido, los populares se centrarán en explicar su política fiscal y de vivienda frente a un Ejecutivo que hace equilibrios para tratar de cuadrar las cuentas y convencer a todos sus socios para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. La máxima es no solo reivindicar la política útil sino conseguir ponerla en práctica para así enseñar una «gestión eficaz y diferente» frente a un Gobierno «extorsionado por sus socios y asediado por la corrupción». En este punto, los populares diferencian la relación que han empezado a tejer con Junts con la que el Gobierno tiene con ellos. «Ellos pactan fuera de la Constitución, una línea que nosotros nunca vamos a traspasar», avisan.
Otro punto importante en el que ya trabajan en el PP es el de seguir sacando brillo a la política autonómica con el fin de continuar creciendo a nivel nacional gracias al trabajo de los territorios.
En el partido han hecho un llamamiento general a todos los barones «a trabajar al cien por cien para superar todas sus marcas electorales», prometiendo Feijóo un gran apoyo en todo momento. En Génova no preocupa que en este sentido puedan reforzarse liderazgos alternativos, como es el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. «Cada territorio es una sucursal de votos a ingresar en el banco nacional», aseguran desde la central de los populares.
