La diabetes es una enfermedad metabólica que ha sido siempre crónica. Se caracteriza por que el paciente presenta unos niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre, y esto supone tal toxicidad para el cuerpo que si no la controlamos puede generar complicaciones en los vasos sanguíneos. La diabetes es una enfermedad habitual, que sufre más del 15% de la población española, y que permite llevar una vida normal si, además de la medicación, se mantienen unos hábitos adecuados. No siempre es sencilla de detectar, especialmente la de tipo 2.
Dispositivos como los sensores de glucosa o las bombas de insulina fueron un avance gigantesco en el control de la enfermedad, lo que permite una mejor convivencia, aumentando la calidad de vida. Además, ha comenzado la cuenta atrás para la introducción de un avance que puede ser fundamental: las nuevas insulinas semanales de acción ultralenta. Una de ellas, icodec de Novo Nordisk, aprobada en mayo de 2024 por la Comisión Europea como tratamiento para la diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2 en adultos.
"La previsión es que se lance en el primer trimestre en Italia y en el último trimestre empiece a comercializarse en nuestro país", explica Francisco Javier Ampudia-Blasco, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valencia y profesor de la Universidad de Valencia. Una de sus principales ventajas es que los pacientes cumplirán con mayor probabilidad el tratamiento prescrito por el médico y eso supone también menos riesgos y menos costes sanitarios.
Además de estos dispositivos, la Organización Mundial de la Salud (OMS)y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomiendan alcanzar y mantener un peso corporal saludable, mantenerse físicamente activo con al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día, seguir un régimen alimentario saludable, sin azúcar ni grasas saturadas y no fumar tabaco. Dentro del mencionado régimen alimentario saludable, encontramos algunos alimentos que pueden ser especialmente útiles, según un estudio publicado en la Librería Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Existen varios alimentos que ayudan a controlar el azúcar en sangre, pero tres especialmente útiles, según la investigación mencionada, son tres frutos secos: las almendras, los anacardos y las nueces pecanas.
La alimentación de una persona diabética debe basarse en una dieta variada repartida en cinco o seis comidas al día, en la que se reduzca el consumo de grasas. Se debe la ingesta de calorías al gasto energético y entre un 50 y 55 % del aporte calórico tiene que derivar de los hidratos de carbono.