El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
San Telesforo fue el séptimo papa de la Iglesia Católica, ocupando el cargo desde aproximadamente el año 125 d.C. hasta su muerte en el año 136 d.C. Su pontificado ocurrió durante un período crítico en la historia temprana del cristianismo, marcado por la consolidación de la Iglesia y la persistente persecución por parte del Imperio Romano. Aunque los detalles específicos sobre su vida antes de asumir el papado son escasos, se sabe que era originario de Grecia, posiblemente de una familia cristiana.
Entre los logros más destacados de su pontificado, se le atribuye la introducción de la misa de medianoche para celebrar la Natividad de Cristo, un rito que posteriormente se consolidó como una tradición central en la liturgia cristiana. Además, San Telesforo habría instituido el canto de la doxología ('Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo') al final de la celebración eucarística, un elemento que aún perdura en la práctica litúrgica actual.
San Telesforo es venerado como santo y mártir por la Iglesia Católica. Aunque no existe un proceso formal de canonización documentado para los primeros papas, su santidad se reconoce desde tiempos inmemoriales debido a la tradición y a la veneración continua por parte de los fieles.
El legado de San Telesforo se encuentra no solo en sus contribuciones litúrgicas, como la misa de medianoche y la doxología, sino también en su testimonio de fe en medio de la adversidad. Como uno de los primeros papas, su liderazgo sirvió de ejemplo para sus sucesores y ayudó a fortalecer la identidad de la Iglesia en sus primeros siglos.
San Telesforo es recordado como un mártir de la fe cristiana. Se cree que sufrió el martirio durante el reinado del emperador Antonino Pío, aunque los detalles específicos sobre su exilio y muerte no son claros. La tradición sostiene que se enfrentó a persecuciones debido a su firme compromiso con la fe cristiana y su rechazo a someterse a las exigencias religiosas del Imperio Romano.
El martirio de San Telesforo simboliza la valentía y la resistencia de los primeros líderes cristianos frente a la opresión. Fue sepultado en Roma y su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación para los fieles.