Si hubiera que buscar un club que ejemplifique perfectamente lo difícil y caprichoso que es el fútbol, probablemente el Marbella FC sería uno de los casos más paradigmáticos. Una ciudad grande, próspera y con músculo económico -es la séptima ciudad andaluza más poblada, por encima de varias capitales de provincia-; un club que hereda una larga historia y solera... y un via crucis para poder escapar de la Tercera División.
El Marbella cayó a ese pozo en la Liga que se organizó tras la pandemia, con la creación de la Primera RFEF en el horizonte. Una fase regular corta que empezó mal y no fue capaz de remontar, una liguilla intermedia irregular y, en lugar ascender -que era el proyectdo- o mantenerse en la tercera categoría del fútbol español, acabó descendiendo dos hasta la Tercera RFEF.
Costó salir, pero la subida ha sido meteórica. Dos ascensos consecutivos para terminar, ahora sí, en el fútbol de bronce. En ese grupo 2 de la Primera RFEF se mueve en mitad de la tabla, tan cerca de los playoff de ascenso como de la zona roja. José Manuel Carrasco, capitán del equipo, ha vivido todo ese proceso de crecimiento: “Desde que llegué, sentí una gran ambición dentro del club. Los propietarios son gente de fútbol y el objetivo es mirar hacia arriba y llevar al club y a Marbella lo más alto posible”, explica.
Esta noche, al Marbella le toca probar la parte bonita del fútbol. Recibe al Atlético de Madrid en un partido mágico, y lo hace además en un escenario como el estadio La Rosaleda. “Yo soy de Fuengirola y fui abonado del Málaga en mi infancia, hasta que ya me fui a jugar fuera. He visto a De los Santos, Agostinho, Rufete... y ahora voy a jugar yo ahí. El día a día de cualquier futbolista, cuando desde pequeño sueñas ser jugador, es para partidos como este”, cuenta Carrasco, que ya tiene el choque entre ceja y ceja.
Además, la provincia de Málaga ha acudido a la llamada del club marbellí y se espera una gran entrada en el coliseo malagueño, con más de 25.000 asientos ya vendidos. Una campaña con descuentos para abonados del Málaga que quieran asistir y animar al equipo vecino ha tenido parte de culpa. Y Carrasco, como sus compañeros, sienten que la provincia está con ellos: “Tengo amigos en Coín, Monda, Alhaurín... todos tienen la entrada, y normalmente no vienen a Marbella a vernos. Pero eso da una idea de que toda la provincia está con nosotros, y es una sensación muy bonita. Obviamente, el Atlético atrae mucho, pero hay un ambiente especial y veo a la gente muy volcada con el partido y con animarnos”.
Para llegar hasta aquí, el cuadro costasoleño ya ha tenido que eliminar a un rival de superior categoría como el Burgos. Y ahora lo principal es que esa ilusión no se desboque y pueda jugar malas pasadas, algo en lo que Carrasco, como capitán y veterano, es uno de los principales responsables. Sin embargo, la oportunidad de dar la campanada está ahí: “Lo vemos como eso, como un reto y una oportunidad. Primero, para demostrar que nosotros somos unos buenos futbolistas, un buen equipo. Me encanta porque la plantilla lo está afrontando como un partido que hay opciones de ganar. Muchas veces, el equipo 'grande' se relaja porque piensa que lo tiene hecho. Conociendo al Atleti, al 'Cholo' y la importancia que le dan a la Copa, no creo que este sea el caso. Pero, al final, la balanza se iguala con la forma de afrontar el partido”, manifiesta el central.
La conclusión es clara. El Marbella tiene por delante un día histórico. “Puede ser una de las mejores noches en la historia del club. Y vamos a luchar para que lo sea”, advierte el capitán. Hay una provincia entera deseando que el balón eche a rodar.