La localidad italiana de Vigevano (Lombardía, norte) ha comenzado a probar una pulsera inteligente para luchar contra las agresiones al personal sanitario, en particular en los servicios de Urgencias, donde según los sindicatos han crecido considerablemente en los últimos años.
La Autoridad Socio-Sanitaria (Ass) de Pavía, encargada de la gestión del Hospital Civil de Vigevano, inició el uso de la nueva herramienta, que se extenderá al resto de la región y probablemente del país si se demuestran sus resultados para luchar contra las agresiones, informa Efe.
Los nuevos dispositivos antiagresión, que combinan practicidad y funcionalidad avanzada para responder con prontitud a situaciones de emergencia, están equipados con un Sim multioperador, un micrófono y un altavoz para la comunicación bidireccional, explicó la Ass en un comunicado.
También dispone de botones frontales intuitivos: uno rojo SOS para enviar peticiones inmediatas de emergencia al centro de operaciones y otro verde para responder a las llamadas entrantes, que permiten "una comunicación rápida y eficaz entre el personal y el centro de operaciones activo las 24 horas del día, los 365 días del año".
En caso de emergencia, al pulsar el botón SOS se activa un protocolo que prevé el contacto directo con el centro de operaciones, que verifica la situación y, si es necesario, alerta inmediatamente a la policía, mientras que la localización GPS integrada permite conocer la posición del operador en tiempo real.
El personal de la sala de emergencias de Vigevano ya ha recibido formación sobre el uso de estos smartwatches y los procedimientos operativos relacionados, lo que garantiza la eficacia del sistema.
"Este dispositivo tiene la ventaja de estar siempre al alcance de la mano del operador, permitiéndole alertar inmediatamente a los servicios de seguridad en caso de necesidad", ha declarado el consejero regional de Bienestar, Guido Bertolaso. "Estamos empezando con la experimentación en Vigevano y si el dispositivo da buenos resultados, esperamos que sobre todo como elemento disuasorio de conductas agresivas, estamos dispuestos a ampliar su uso", añadió.
El Parlamento italiano aprobó en noviembre pasado una ley que agrava las penas y las multas ante las agresiones al personal sanitario, tras el aumento de los casos de violencia contra médicos y enfermeros.
Los ataques a sanitarios o los daños a bienes destinados a la asistencia sanitaria conllevarán penas de uno a cinco años de prisión y multas de hasta 10.000 euros, además de la detención en las 48 horas siguientes a los hechos, en el caso de que existan vídeos u otras pruebas que demuestren el delito, superando la necesidad de cometer en flagrancia el delito para poder ser arrestado.
Italia ha registrado en los últimos tiempos varias agresiones al personal sanitario, que en opinión de los sindicatos "van en aumento". Según una reciente encuesta de los sindicatos Anaao-Assomed, el 81% de los sanitarios asegura que ha sufrido agresiones. De ellos, el 23% agresiones físicas y el 77% verbales. Emergencias y Psiquiatría son los servicios donde se registra un mayor número de episodios.
