Los costes laborales se mantienen como el condicionante más relevante al que tendrán que hacer frente las empresas españolas en 2025 (72,6%), aumentando su criticidad respecto a lo que se esperaba para 2024 (66,6%), según la última Encuesta de Perspectivas Empresariales de las Cámaras de Comercio de Europa en la que han participado 42.000 empresas europeas, de las que 1.765 son españolas. Otros condicionantes que han incrementado su importancia para las empresas españolas son la escasez de personal cualificado, mencionado por el 48,0% frente al 42,6% en 2024, y las cargas administrativas, señaladas por el 34,1% en 2025 frente al 24,6% en 2024.
En contraste, los factores que han perdido peso relativo como condicionantes respecto a 2024 incluyen el precio de la energía y de las materias primas, las condiciones de financiación o los problemas en la cadena de suministro.
Los resultados de las empresas españolas en 2024 han sido inferiores a las perspectivas que manifestaban previamente para el ejercicio en todas las variables analizadas. Las mayores diferencias se han observado en las exportaciones, donde el saldo de expectativas era de 35,2, mientras que el saldo de resultados ha alcanzado 9,7. En cuanto a las ventas nacionales, la discrepancia también ha sido significativa: el saldo de perspectivas se situaba en 21,2, pero el resultado final ha sido de apenas 2,1.
En el ámbito del empleo, las expectativas apuntaban a un saldo positivo de 4,3, pero los resultados reflejan un saldo negativo de -7,9. Por último, la variable de inversión mostró una menor diferencia entre expectativas y resultados: el saldo de perspectivas para 2024 fue de 5,8, mientras que el resultado se sitúa en 4,1.
En cuanto a las perspectivas para 2025, todas las variables muestran un saldo positivo y similar al de las perspectivas para 2024. Sin embargo, las empresas españolas son menos optimistas que las europeas respecto a la inversión, con una expectativa para 2025 que registra un saldo de 1,4 frente al 5,8 del año pasado.
La confianza de las empresas sobre los resultados obtenidos en el año 2024 y sus perspectivas para 2025 se reducen ligeramente respecto al año previo. Esta moderación de las expectativas se debe, principalmente, a que se espera un comportamiento más moderado en el empleo y en la inversión para el próximo año.
En el caso de España, las empresas consideran que crearán menos empleo que el año anterior, con un saldo de 3,2, para 2025, frente al 4,3 de 2024. Aunque este saldo es moderado, se sitúa por encima de la media de la UE (1,2) y de la zona euro (0,2).
Las empresas españolas presentan una disminución en sus perspectivas sobre la evolución de la inversión para 2025. El saldo registrado es de 1,4, por debajo del 5,8 manifestado en 2024. Tanto la media de la UE como de la zona euro se sitúan en torno a cero.
Teniendo en cuenta la evolución reciente de las principales variables macroeconómicas, la Cámara de Comercio de España espera que el PIB crezca un 3,1% en 2024, y que el aumento durante el año 2025 se sitúe en el entorno del 2,1%. La desaceleración del avance del PIB conforme a la estimación de la Cámara de Comercio de España para 2025 es congruente con la contención en la confianza manifestada por las empresas españolas para dicho ejercicio.
Las empresas más optimistas respecto a la evolución de sus negocios para 2025 son las portuguesas, con un saldo positivo de expectativas de 47 puntos, creciendo 8 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Les siguen las empresas de Turquía y Montenegro, con saldos de expectativas favorables de 45 y 38 puntos, respectivamente. En el otro extremo, las empresas menos optimistas sobre la evolución de su actividad en 2025 son las situadas en Austria, Alemania y Serbia, todas ellas con saldos negativos de -15,4, -11,3 y -8,8 puntos, respectivamente.
España registra un saldo de expectativas en la confianza empresarial manifestada de 15,4, superando tanto la media de la UE (4,1) como de la zona euro (2,9). En todos estos casos, no ha habido cambios en la percepción sobre la marcha de los negocios respecto al año anterior. En general, las expectativas de las empresas de los países europeos se han mantenido estables en comparación con 2024. Sin embargo, Finlandia, Lituania, Suecia o Portugal destacan por una mejora significativa en sus expectativas. Por el contrario, países como Turquía, Croacia, Grecia y República Checa han mostrado un deterioro en su percepción de la confianza empresarial.