Este pasado lunes tuvo lugar una cena organizada por el empresario Manel Torreblanca en su residencia de Val de Ruda. Además de destacados dirigentes económicos, también se unió el ex presidente del Gobierno José María Aznar, acompañado de su hijo mayor, responsable de la sociedad Poniente Capital, y de su yerno, Alejandro Agag (Extreme E), el holding organizador de competiciones automovilísticas.
Del ámbito económico, participaron Gonzalo Sánchez (presidente de PwC); Juan Carlos Ureta (sociedad de inversión Renta 4); Francisco Reynés (presidente de Naturgy); José María Xercavins (DEA capital); Donato González (responsable de Société Générale España); Marc Puig (presidente de Puig) y Francisco Aljaro (máximo responsable de la concesionaria de autopistas Abertis). Además del presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre.
Esta reunión, distendida, empieza a convertirse en una tradición para estas fechas, ya que es el segundo año en el que Torreblanca convoca a su mesa a figuras de distinta sensibilidad política, pero que comparten posición sobre las líneas generales que deberían marcar la acción fiscal y económica del Gobierno de coalición.
Junts y PNV son los partidos que están actuando de parapeto del poder económico frente a algunas de las decisiones que quieren impulsar la coalición y los socios de izquierdas. Esto se ha traducido ya en coincidencias en votaciones parlamentarias con el PP, y habrá más votaciones conjuntas en el nuevo año.
