Más de seis millones de personas en nuestro país reciben una pensión de jubilación. Esta prestación económica "trata de sustituir las rentas del trabajo por una pensión vitalicia, única e imprescriptible, cuando el trabajador a causa de la edad cesa total o parcialmente en su actividad laboral", tal y como explican desde la Seguridad Social.
La pensión media de jubilación se situó en los 1.448,77 euros al mes en noviembre de 2024, según los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). En lo que respecta a la edad de jubilación en España, esta se incrementa con el paso de los años. En 2025 una persona podrá jubilarse con 65 años si cuenta con más de 38 años y 3 meses cotizados; mientras que si ha cotizado menos, podrá acceder a la pensión de jubilación con 66 años y ocho meses.
La Seguridad Social señala que "al ser una pensión vitalicia sólo se extingue con la muerte del beneficiario". Pero, ¿qué ocurre si el jubilado entra a prisión? ¿Podría perder esta prestación?
"No tiene por qué perderse la pensión por jubilación si se entra en la cárcel, aunque depende del caso, por lo que cada situación personal se evalúa de forma independiente", aseguran desde la web 65ymás.
En el año 2000 un señor de 68 años que llevaba preso desde 1992 en Vigo y le retiraron la pensión asistencial de vejez al cabo de un tiempo en la cárcel. Asimismo, la Delegación Provincial de Trabajo de Orense le ordenó, ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que tenía que devolver las mensualidades que había recibido en ese periodo tras su ingreso en el centro.
El motivo para ello fue que consideraron que el preso ya tenía las necesidades básicas cubiertas, por lo que no era necesario "recibir ingresos adicionales en forma de pensión", asevera este diario. Y señala que el Tribunal Supremo le dio la razón al pensionista, anulando la decisión de la Delegación Provincial de Trabajo de Orense, ya que para su retirada o suspensión "se tendría que hacer una evaluación precisa de la situación del sujeto y la atención que recibía, para indicar si están cubiertas".
Por tanto, aunque al ingresar en la cárcel la pensión del jubilado se mantendrá, se llevará a cabo una evaluación detallada para saber si las necesidades básicas del preso están cubiertas y, en caso de que así sea, se podrá reducir o incluso suprimir la prestación.