Dicen que "si caminas acompañado, llegarás más lejos", y eso es lo que le ha pasado a Cristina Pedroche de la mano de Josie para convertirse cada año en la gran protagonista de las campanadas 2024 en España. Nunca dejan indiferente a nadie, son la dupla perfecta que consiguen paralizar el país antes de que baje el carillón, y una vez más lo han vuelto a conseguir. Tras este fenómeno de efecto ‘wow’ que nos sorprende cada año en La Puerta del Sol se encuentra el reconocido estilista Josie, cerebro creativo de las ideas expuestas ante millones de espectadores, cuya relación con la presentadora comenzó hace una década .
Bajo la dirección creativa de Josie, por décimo año consecutivo, el diseño más destacado del año se presenta como un llamamiento a la defensa de la protección de niños y niñas frente a cualquier tipo de violencia. Este año, la presentadora ha alzado su voz de la mano de UNICEF España a favor de la infancia para visibilizar la importancia de proteger a cada niño y cada niña frente a cualquier tipo de violencia, abuso y explotación. Un mensaje que Cristina Pedroche y Josie han conseguido plasmar un año más a la perfección, y con el que han vuelto a no dejar indiferente a nadie. ¡No te pierdas la entrevista de LA RAZÓN con Josie!
Once años de las campanadas de Pedroche y usted, desde hace diez, acompañándola como director creativo de su gran noche. ¿Cómo surgió la inspiración de este año? ¿Por qué este año el tema de la maternidad y no el pasado?
El año pasado viví intensamente el drama del agua y la contaminación de los acuíferos por un tema muy personal, era el momento de hablar de ese tema porque es muy urgente concienciar no solo sobre el cuidado de las aguas que significan vida y son la vida (y esto conecta mucho con la maternidad), sino también el cuidado de todo el planeta porque si no ponemos remedio a todo este fiasco ya nos podemos ir mudando a Marte. Este año ha sido crucial el hecho de disponer de una reserva de leche materna de la propia Pedroche para ser acristalada y hacer el vestido. Al conectar con los cuidados, el alimento y la fertilidad pude recuperar un deseo que tenía ya hace más de tres años y que al fin he hecho realidad: traer a las campanadas una deidad madre inspirada en las maternidades ancestrales e incluso la caritas romana o las Galactotrofusas cristianas: Deméter, Isis, Parvati, Lat, Kubaba, Coatlicue, Cibeles, Houtu o Hepat están en cierto modo en este estilismo. Me obsesionaba la fuente de Artemisa que suelta el agua a través de los testículos de toro a modo de pechos maternos y ha tenido que pasar el tiempo hasta poder hacer realidad esos más de 40 pezones que despiden leche materna acristalada… Sin la conjunción astral Morir de amor y Vivascarrion jamás lo hubiéramos conseguido.
Más de 40 pezones manando, leche materna cristalizada, y que define como “una deidad femenina asociada a la maternidad, la tierra, la fertilidad, la agricultura y la vida; como lo fueron Deméter, Isis, Parvati, Lat, Kubaba, Coatlicue, Cibeles, Houtu, o Hepat”. ¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso?
Hacer que el cristal que contiene leche materna de Cristina tenga presencia por sí mismo, hacer que flote en el vestido. Al principio me planteé llevarlo a una escultura pero no funcionaba y era repetitivo porque en estos diez años ya he hecho dos. Luego cabía la posibilidad de bordarlo pero jamás llegaríamos al nivel que Johan Luk Att nos trajo en las campanadas 2021. Tenía que ser una estructura que permitiera la independencia del cristal y su movimiento, una especie de chandelier. En un viaje a Sevilla quedé con VivasCarrion y me captaron perfectamente: la silueta, la rejilla, el inmenso volumen… Nos pusimos a imaginar y fuimos colocando las ideas para empezar a producir un vestido cargado de fantasía y que es muy único en el mundo, no solo por contar con la leche materna de Cristina; sino por estar enteramente hecho con solamente técnicas de sombrerería.
¿Cómo afronta las críticas un año más? ¿El mensaje con el que le gustaría que se quedaran los españoles?
Con resignación y paciencia (risas). Después de diez años en esto ya tengo callo y la inmensa suerte de poder encerrarme en Villa Josie para resetearme entre mi biblioteca y el jardín. Si tienes un jardín y una biblioteca, tienes todo lo que necesitas, según Cicerón; así que me retiro y dejo que baje el suflé mientras llegan las golondrinas… Me encantaría que más allá del ruido que genere el estilismo de este año, se queden con el talento inmenso que hay por aquí, con el trabajo de Vivascarrion que son sombrereros de altísimo nivel o con la investigación de Belén Mazas para crear sus joyas que encapsulan leche materna a modo de recordatorio y que son emblema de Morir de Amor, una marca de joyería única. El equipo de este año es un lujo de gente soñadora, creativa y muy trabajadora… Ojalá se queden con ellos y con un mensaje tan bonito que hay detrás de este trabajo, poner en el centro de un momento como las campanadas 2024 a la infancia de la mano de UNICEF España es una oportunidad de sensibilizar a las personas que iban a seguir este momento sobre la importancia de proteger a los niños y niñas frente a cualquier tipo de violencia, abuso o explotación.
Cristina dijo hace unas semanas en Zapeando, que este año la cosa iba rara y habían problemas. ¿Qué ha pasado?
Siempre, desde hace diez años ha habido problemas porque es un estilismo producido ad hoc para ese año y para ella contrarreloj, donde hay que sincronizar agendas imposibles con cambios de todo tipo… Imprevistos de toda índole. Este año súmele que por primera vez he salido de Madrid y Barcelona rumbo a Sevilla (ciudad que tanto amo) porque es donde Vivascarrion tiene su prodigioso taller… Un lío de viajes, estancias e incluso una prueba que monté en el Hesperia Sevilla y que tuvimos que hacer con videollamada y otras técnicas que me guardo como secretos de tramoya… Es importante el secreto siempre en torno a este vestido porque es parte de él y no creo que un día me planté un traje Shocking pink para contar la verdad “para seguir viva” (risas) siempre valgo más por lo que callo que por lo que cuento, como decía María Teresa, y así ha de ser
¿Alguna anécdota con Cristina en estos meses de creación?
Pues no ha habido pruebas, así que muy pocas anécdotas hasta el día de las fotos que sí las hubo… Sobre todo al comprobar que de los diez vestidos es el más pesado. Yo siempre supe que ella podía llevar eso y más y defenderlo muy bien… Es un vestido solamente apto para ella.
¿Cuál ha sido el proceso creativo? ¿Lo más difícil?
Hacer que flote el cristal y que se entienda, que tenga independencia como antes te contaba… Jugar este guante de Cristina lo mejor posible porque ante el hecho de guardar leche y hacerla cristal hay mil posibilidades de maniobra y la que tocaba por muchos motivos era esta. Ten en cuenta que las campanas son escalones que he ido subiendo diez veces ya y hay elementos que han aparecido, otros aún están por llegar pero me encanta ser el ecualizador de todo esto porque si no pierde el sentido, la sorpresa y el secreto. Menos mal que en el primer año no me queme los cartuchos que veo explosionando en el décimo… Estaría ya todo muy visto y lo interesante es economizar los elementos de moda.
Tengo que decirle que ha roto todas nuestras apuestas, porque todos los compañeros apostamos que este año iban más tarde porque habían empezado de cero e iba a ser un homenaje a Valencia por la DANA. ¿Se planteó en algún momento?
No porque la DANA también está ahí, en los cuidados globales de los niños en cada tragedia que ocurra y la DANA es la mayor que hemos vivido. Es un mensaje de cuidado a la infancia de la mano de UNICEF España, donde además, hay que recordar que la violencia contra la infancia también se da en los lugares donde los niños y niñas deberían estar más protegidos: sus hogares y sus escuelas, y también en el entorno digital.