Elon Musk escribió una columna de opinión el domingo en el diario «Die Welt» que ha causado un gran revuelo en Alemania y ha llevado incluso a la dimisión de la redactora jefe de opinión del diario. En el texto, el propietario principal de Tesla y SpaceX afirmaba que «Alternativa para Alemania (AfD) es la última esperanza que le queda a este país». Musk ya había publicado un comentario en su red social X en el mismo sentido hace dos semanas en el que aseguraba que «solo la AfD puede salvar a Alemania» y que ya supuso un escándalo.
En el artículo, Musk detalló su apoyo a la formación de ultraderecha, argumentando que, según él, la AfD es el partido que mejor representa los intereses de Alemania en relación con el suministro energético, dado que reclama acabar con las sanciones a Rusia y la reanudación de las relaciones económicas y el suministro de gas. También destacó su posición sobre inmigración, que incluye la deportación de cientos de miles de personas. «La AfD aboga por una política de inmigración controlada que priorice la integración, la preservación de la cultura alemana y la seguridad», escribía Musk, y añadía que «no se trata de xenofobia, sino de evitar que Alemania pierda su identidad en la vorágine de la globalización».
Junto a la columna de Musk se publicó un texto en el que el llamado a ser nuevo jefe de la editorial de «Die Welt», Jan Philipp Burgard, argumentaba que la recomendación del llamado a ser consejero de Donald Trump es un error: «El diagnóstico de Musk es correcto, pero su propuesta de que solo la AfD puede salvar a Alemania es peligrosamente errónea». Sin embargo, la decisión de publicar estos textos se tomó sin tener en cuenta la opinión de Eva Marie Kogel, la jefa de opinión de «Die Welt», que, tal como escribió en X, aseguraba haber presentado su renuncia por estar en desacuerdo con dicha publicación.
Musk ya se había inmiscuido en los asuntos internos alemanes cuando el 19 de diciembre tuvo lugar un ataque en un mercadillo de Navidad en Magdeburgo y pidió la dimisión del canciller Olaf Scholz, además de llamarle «idiota incompetente». Por eso, el nuevo comentario de Musk a favor de la formación ultra ha sentado especialmente mal. La portavoz del Gobierno, Christiane Hoffmann, aseguraba ayer que «es cierto que Elon Musk intenta influir en las elecciones al Bundestag mediante sus declaraciones», así como que «tiene derecho a expresar su opinión». Recordó que el magnate «está dando una recomendación de voto para un partido que está bajo vigilancia del Servicio de Protección de la Constitución por sospechas de extremismo de derecha y que ya ha sido identificado parcialmente como tal».
En cuanto a la intromisión extranjera, la portavoz quiso distinguir el caso de Musk y el de la influencia rusa: «Rusia ha intentado influir en la opinión pública en Alemania con métodos híbridos, generando incertidumbre y erosionando la confianza en las instituciones democráticas». Y aseguró que esas «campañas suelen estar vinculadas al entorno del Kremlin y emplean bots para distorsionar debates en internet». La detección de dichas actividades y su puesta en conocimiento público es «una prioridad del Gobierno» durante la contienda electoral, según la portavoz de Scholz.
El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, criticó en su discurso de Navidad la actitud de Musk y habló del «riesgo para la democracia» que supone el que las elecciones del 23 de febrero no se lleven a cabo «con medios justos y transparentes». Y mencionó directamente la plataforma de Musk: «La influencia externa», aseguraba, es un peligro, «ya sea encubierta, bien o abierta y descarada, como actualmente se lleva a cabo de manera particularmente intensa en la plataforma X».
El jefe de la oposición, Friedrich Merz (CDU), criticó la columna «impertinente y presuntuosa» de Musk. «Imaginemos por un momento la reacción legítima de los estadounidenses si un empresario alemán de renombre publicara un artículo similar en el ‘New York Times’ apoyando a un candidato marginal en una campaña», declaró a ARD.
La copresidenta del Partido Socialdemócrata, Saskia Esken, también tuvo palabras muy duras en dirección a Musk: “Quien intente influir en nuestras elecciones desde el exterior, ya sea apoyando a un partido antidemocrático y misántropo como la AfD, mediante injerencias organizadas por el Estado ruso o con el poder económico y mediático concentrado de Elon Musk y sus amigos multimillonarios en la junta directiva de Springer, se enfrentará a nuestra firme resistencia", en el mismo medio.
El presidente de la Asociación Alemana de Periodistas (DJV), Mika Beuster, criticó también el artículo publicado de Elon Musk y pidió al gremio no ser instrumentalizados durante la contienda electoral. “Los medios alemanes no deben ser utilizados como portavoces de autócratas y sus aliados”, declaró Beuster y aseguró también que el diario estaba tirando por la borda su “independencia y la credibilidad.”