Koldo García considera que el Gobierno de Pedro Sánchez está dando la espalda a José Luis Ábalos -investigado por el Tribunal Supremo por cuatro delitos- y reprochan al Ejecutivo que «haya condenado sin pruebas» al exministro de Transportes. Fuentes próximas a quien fuera su asesor aseguran a LA RAZÓN que a Ábalos se le está agotando la paciencia pues consideran que la gestión del «caso Koldo» se «le ha ido de las manos» al Gobierno. «Solo les ha faltado fusilarlo», afirman en un claro reproche de consecuencias imprevisibles ante lo que está por venir. «Esto acaba de empezar», advierten en referencia a la instrucción de la causa.
«No deberían haberle tocado los cojones», apuntan esas mismas fuentes –contrariadas por lo que consideran un trato injusto desde Moncloa al exministro y hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez en el PSOE–, que tienen claro a quién responsabilizan dentro del Gobierno por lo que consideran una desconsideración hacia Ábalos. «Aquí solo manda uno», subrayan en referencia implícita al propio Pedro Sánchez.
En esa misma línea, censuran la actuación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil –a la que el exsecretario de Organización del PSOE ha denunciado por «interceptar» sus comunicaciones obviando, se quejan, su aforamiento–. «Sin permiso del Tribunal Supremo le han estado investigando», denuncian. «Se han echado al monte», dicen redoblando sus críticas a la actuación de la unidad policial, encargada de la investigación del «caso Koldo» (por el que están investigados en el Supremo el asesor de Ábalos, el exministro y el empresario Víctor de Aldama).
En el entorno de Koldo García también escuece el más que posible acuerdo de la Fiscalía Anticorrupción con el empresario Víctor de Aldama, supuesto conseguidor de la trama, a cambio de colaborar en la investigación. Y se echan las manos a la cabeza porque «imputándole en varios procedimientos once delitos que suman 50 años de cárcel se pretende bajarle la pena a solo dos años de cárcel». «Y encima se queda con 180 millones del Gobierno de España», hacen hincapié en relación al montante del supuesto fraude del IVA en el sector de hidrocarburos, causa en la que Aldama también está imputado y que le llevó a prisión hasta su confesión judicial en la Audiencia Nacional el pasado 21 de noviembre. Por contra, señalan, al exasesor de Ábalos «le quieren meter siete años de prisión por tres delitos».
Desde el entorno de Koldo García las acusaciones de Aldama en sede judicial (primero en la Audiencia Nacional y después en el Tribunal Supremo) no intranquilizan. «No puede demostrar nada porque no hay nada», insisten. «No ha aportado ninguna prueba ni las va a aportar», remachan.
Y aunque asumen que Koldo García pudo cometer «algún error», defienden que el que fuera secretario personal de Ábalos «no ganó nada». Era él, resaltan cerrando filas con la versión del exministro ante el juez Leopoldo Puente, «el único que hablaba con Aldama», a quien «ayudaba como ha ayudado a 200 personas», que incluso tiene «apuntadas».
Esas mismas fuentes niegan que el exescolta se mostrase dubitativo, en su declaración como investigado en el Tribunal Supremo, a la hora de explicar el aumento de sus ingresos en efectivo que puso de relieve la UCO. Y justifican ese trasiego por los ingresos de los alquileres de cuatro pisos en Benidorm como alojamientos turísticos (dos propiedad del matrimonio y otros dos a nombre de la madre y el hermano de Koldo, Joseba García, explican), por los que ingresaban «500 euros por semana» por cada uno de ellos, y «otros dos pisos más en Pamplona». Ingresos a los que añaden «los 6.000 euros de salario» de Koldo, 1.800 de su mujer y otros 2.100 de su hermano Joseba. «¿Qué culpa tiene –se preguntan insistiendo en su inocencia– de que hicieran inversiones en pisos turísticos y hayan funcionado?».
Y sobre el supuesto blanqueo de dinero en la República Dominicana –donde la UCO rastrea las idas y venidas de su hermano Joseba–, niegan que utilizase el país caribeño para blanquear supuestas comisiones. «Eso es del tema de hidrocarburos de Aldama», sostienen al tiempo que rechazan que se utilizase como epicentro para el lavado de dinero, como afirma la Guardia Civil.
En su declaración en el Tribunal Supremo, Koldo afirmó –según fuentes jurídicas- que guardaba dinero en efectivo en su domicilio porque era «un hábito familiar». De hecho, el asesor de Ábalos –que negó el cobro de comisiones que Aldama le atribuye– aseguró que llegó a tener en su casa 37.000 euros en efectivo y que prestó a varios amigos hasta 74.000 euros «para sus negocios». Y respecto a su incremento patrimonial afirmó que su esposa tenía dos millones de euros en acciones de su padre.