Un vuelo de la compañía Ryanair, que partió de Alicante con destino a Escocia, tuvo que ser desviado a Santander por los problemas generados por uno de los pasajeros.
Según han informado los controladores aéreos a través de la red social X, el avión que cubre la ruta entre Alicante y Glasgow tuvo que aterrizar ayer sábado en el aeropuerto Seve Ballesteros de Santander en una escala no prevista.
La razón era que tenían en el avión un pasajero "con actitud violenta". Fuentes de las Fuerzas de Seguridad añaden que esta persona estaba en aparente "estado de embriaguez", informa Efe.
Se autorizó el descenso y la aproximación a una de las pistas del aeropuerto de Santander, y se coordinó la presencia policial.
El avión aterrizó sin incidencias una hora más tarde de su salida de Alicante, que se produjo pasadas las 12.00 horas.
Una vez en el aeropuerto cántabro, los agentes de la Policía Nacional desembarcaron al pasajero y el avión pudo continuar su marcha, pasadas las 14.00 horas.
Por otra parte, también ayer, un avión procedente de París puso en alerta a los servicios de emergencia del aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez por un problema durante el aterrizaje.
Según ha informado, la tripulación del vuelo procedente de París, frustró el primer intento de aterrizaje al detectar un problema técnico.
La torre de control del aeropuerto madrileño posicionó el vuelo para aproximación directa a la pista 32L mientras se activaba la alerta local en el aeropuerto con los bomberos preparados. El resto de aviones fue desviado a otra pista para aterrizar.
Finalmente, el vuelo de París aterrizó sin incidencias.